¿Por el bien de quién estás escribiendo?

173 8 7
                                    

Tus deseos por revivirme quedaron en un suspiro. Sos una estúpida.

Lo deseos ineficaces tan solo se pudren y prenden la antorcha de tu ira.

¿Es ese realmente el único camino que te espera?

Esperando una obra maestra que llegue de repente y te invada con su magnificencia... ¿Acaso has vuelto a la época de niña mimada?

Los lloriqueos nocturnos en el pasado no quedan. Son sombras, escombros que nunca pasarán desapercibidos.

Has vuelto a las raíces del odio, el amor propio jamás ha existido.

Dile al espejo lo que me susurraste al rostro. Las piedras del zapato ahora se confunden con el camino.

Una confusión absoluta.
Oro que nunca llega.
Te conformas con cristales,
es lo único que queda.

Es lo único que queda.

Lamentarse amablemente sobre grietas torcidas es masoquismo retrógrada. No podés levantar la cabeza porque no existe tal cosa.

Tus amigos imaginarios te han mentido, no eres relevante.

No importa.
No importa.

El camino que amas se difumina a la distancia, nunca podrás tocarlo. Va en contra de los principios del mundo.

Toda la humanidad que te queda está acurrucada en sus caricias.

No importa.
No importa.

Las obras de arte son expresiones inexpresivas. Los museos valoran el drama así como vos valorás las letras autodestructivas.

No importa hacia donde veás, siempre existirá la grieta que te separa del mundo.

Reconstrúyete y muere, preferiblemente en silencio

así nadie notará tu partida.
Nadie nunca ha notado tus despedidas.

Una niña suspendida en una realidad alterna,
un niño dormido en nanas incompletas.
Monstruos bajo la cama que susurran
historias sobre la verdadera verdad del ser humano.

No has abierto el tercer ojo, tu intelecto no es suficiente. Podés verlo, podés verlo usando solo el par que omite tu nariz cada vez que puede.

Seamos realistas. Las conversaciones agridulces son solo eso, conversiones de un trastorno incapaz de medicarse.

Y si
el cuerpo viaja hacia extremismos inciertos
perderás de vista
todo lo amablemente logrado.
Es así de simple.

La rima no existe.
La metáfora no existe.
Las canciones que te gustan son un chiste.

Alegría sin dolor es solo dolor camuflado de alegría.

¿Cuándo seremos capaces de hacernos felices? Tan solo vamos reconociendo rostros ambiguos hasta mutar nuestros conceptos en teoremas que no existen.

Erradica la peste de ratas que acelera tu pulso, los escritos sobre la oscuridad siempre han estado incompletos. No hay extravagancia ni elegancia en un nombre desconocido.

Yo soy solo un desconocido.
A duras penas podés verme.

¿Podés verme?
Lo dudo.

El lado racional de tu mente está encadenado a mis palmas. No pensamos aplaudirte los pequeños pasos que das, tratando de no ver atrás.

Las obras de arte no importan. Tu nombre nunca quedará grabado en piedra, solo sos garabatos en arena que sueñan con el paraíso intangible.

¿Será que el dinero realmente pueda apaciguar tu codicia?

Las yemas de los dedos van buscando una respuesta que miente o no aparece.

Los labios solo anhelan su caricia.

¿Acaso hemos retrocedido a la olvidable irreverencia de escribir lo primero que se te ocurre?

Me torciste el cuello en cuanto nos dimos la espalda. Traicionaste tu propio ego buscando una respuesta que no existía.

No existía, no existe.
Ahora la confusión ha vuelto.

¿Por el bien de quién estás escribiendo?
¿Por el bien de quién estás deseando abandonarme?

Yo
que te he dado tanto.

Mirame.

La aglomeración absoluta, una manifestación incolora de una paradoja sepultada entre dos cheques. Eran ilusión barata.

Mirame a la cara.
Sos completamente incapaz de verme.

Soy completamente capaz de arroparte entre mis brazos. ¿Por qué has huído?

Las piedras en tu zapato ahora combinan con el camino. No te has quitado el barro, tan solo te sacudiste.

La medicina no puede matarme,
no hay otras manos que ahorquen mi cuello.

Dependencia absoluta hacia un puñal clavado en la espalda.

Me amas, ¿verdad?

Culpame de todo, hacete la víctima.

La corona de plata siempre ha estado encarnada en tu piel, irremediablemente expuesta a tu propia intolerancia.

Perra estúpida.

Eliot.

Eliot - #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora