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Capítulo 28

Se parece a mí

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— Cedan la tierra y paguen por ella.

Jugadores: ?

Transmisión en vivo: ?

Soltó una frase y no dijo más.

Se limitó a escrutar a la multitud con una mirada fría e impaciente, que parecía decir: ¿Vas a pagar o no? Dame una respuesta rápida.

Pero los jugadores se miraron incrédulos, sin saber muy bien qué decir.Si Yan Shiqing hubiera dicho esto primero, podrían haber estado en el terreno moral y condenado la desvergüenza del mariscal Yan. 

Pero... 

Lo primero que hicieron fue provocarse mutuamente.

Este grupo de gente estuvo dando vueltas durante mucho tiempo, y sólo entonces una voz pusilánime, que disimulaba deliberadamente, dijo: 

— ¿Cedan la tierra?, ¿paguen por ella?

Si Zai, inexpresivo, recitó las líneas que Zhao Qian le había enseñado: 

— Para ceder la tierra, deben retroceder tres kilómetros y no acercarse demasiado a nuestro campamento; para pagar la indemnización, cada alianza debe pagar diez libras de carne o verduras silvestres, y se acabó.

Los jugadores volvieron a guardar silencio.

Se trataba de una pequeña cantidad de material que la alianza podía permitirse pagar.

Pero es que es humillante.

Era demasiado humillante hablar de ello.

👤: Si Zai, eres tan genial (cubrir cara) (cubrir cara).

👤: ¿Debería decir, "como se espera del ahijado de Yan Shiqing"? Aunque es pequeño, no hay que subestimarlo. 

👤: Creo que la Hermana Zhao lo hizo a propósito. Quería la cantidad justa de cosas... Si hay demasiado, la Unión saltará a la pared; si no hay suficiente, no se acordarán. 

👤: Sólo puedo decir que el agresor se merece un mal final. 

Al final, varias alianzas cedieron y enviaron a uno o dos jugadores, cada uno para empaquetar los suministros y enviarlos a Yan Shiqing. 

Temiendo ser recordados por el mariscal Yan, estas personas también cubrieron deliberadamente sus rostros con hojas, dejando sólo tres agujeros redondos, cada uno mostrando dos ojos y una boca.

— Mañana por la mañana, nos retiraremos.

El hombre habló con una voz intencionalmente gruesa, sólo para ser ridiculizado por Zhao Qian: 

— Hey, Liu Chang, ¿quién no puede reconocerte con esa cara tan redonda de pastel?, ¿es necesario esconder la cara y cambiar la voz?

Este "Liu Chang" se sobresaltó y lanzó una mirada asustada hacia Yan Shiqiang. Entonces no se atrevió a quedarse más tiempo y huyó con un silbido como si hubiera una chispa que le perseguía tras de sí.

Zhao Qian: Tsk.

Es un pelele.

......

Al día siguiente, las tiendas de la Alianza retrocedieron tres kilómetros, quedando sólo algunos "individuos" que no habían participado en el asedio de la noche anterior y que, naturalmente, no tuvieron que retroceder.

Estas personas llevaban sus vidas en silencio, y Xia Chu y los demás no tenían intención de molestarlos.

Sin los alborotadores a la puerta, las dos partes vivían en paz y armonía.