Capítulo 71

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El monstruo devorador de cactus

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El tiempo se retrasó diez minutos.

Cuando Xia Chu recibió el mensaje del sistema, la jugadora, Zhao Qian, también recibió una notificación.

Sin embargo, no tuvo tanta suerte como Xia Chu, y se encontraba muy lejos del punto de entrega más cercano.

Pues bien, una vez finalizada la cuenta regresiva del sistema, se produjo una pausa y otra actualización...

【 Los paquetes que no hayan sido reclamados desaparecerán en 3 minutos. Cuenta regresiva: 3:00, 2:59...... 】

El corazón de Zhao Qian estaba feliz.

El punto rojo seguía allí, lo que significaba que nadie se había llevado aún el paquete.

Zhao Qian se acercó gradualmente al punto rojo y, tras superar una meseta, vio el paquete en la arena. Miró a su alrededor y vio que no había nadie, así que se atrevió a acercarse, estiró la mano y vio que las yemas de sus dedos estaban a punto de tocar...

En ese momento, el sudor recorrió su espalda y sus vellos se pusieron de punta.

Zhao Qian apenas lo pensó y rodó directamente al suelo obedeciendo a sus instintos.

Una flecha pasó volando junto a su oreja y se clavó en la arena. ¡Si hubiera reaccionado un segundo después, le habría atravesado el cuello!

Sudando frío, Zhao Qian rodó y se agachó detrás de un árbol antes de atreverse a asomarse cautelosamente y observar la flecha.

La fuerza de la flecha se hizo evidente en su profundidad.

No había muchos jugadores con este tipo de precisión y fuerza. Algunas sospechas pasaron por la mente de Zhao Qian, pero no se atrevió a moverse.

Tuvo la vaga sensación de que no la habían matado del todo porque su oponente la había perdonado.

De lo contrario, el otro bando debería haber podido dispararle mientras ella se escondía.

Pero...

Zhao Qian miró a su alrededor y todo era tierra desnuda, en el lugar sólo había un árbol y ella era la única detrás de este. Entonces, ¿dónde se escondía exactamente la otra persona?

Zhao Qian reaccionó y se puso rígida.

Levantó la mirada, perezosa y rígida, hacia la copa del árbol.

En la rama de un árbol no muy denso, estaba sentado un hombre, con la cabeza inclinada, mirándola con una sonrisa burlona.

La columna vertebral de Zhao Qian se tensó al instante, para volver a relajarse.

Se secó el sudor que se abría paso en su frente y dijo débilmente:

— Somos compañeros de equipo, mariscal Yan, estás golpeando demasiado fuerte.

— Lo siento. — Yan Shiqing señaló con los ojos. — La luz del día era demasiado inestable y tú estabas demasiado lejos, al principio no vi quién eras.

Zhao Qian: T.T

Así que fue pura mala suerte para ella.

Sin embargo, con el recordatorio de Yan Shiqing, Zhao Qian volvió a mirar a su alrededor y encontró más pistas.

No era la primera jugadora que se acercaba a esta zona, y a juzgar por algunos de los objetos esparcidos por el suelo, debía de haber jugadores que habían muerto antes bajo el asesinato de Yan Shiqing.

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