VISITA AL MÉDICO DE UNA PERRITA CALIENTE
Llevo unos días que me duelen los ovarios, así que decido pedir cita con mí médico, para que me derive a mí ginecóloga, estoy algo nerviosa, pues me han dicho que me atenderá un nuevo médico, que mi médica se ha jubilado y ya no se encuentra allí, eso hace que mis nervios aumenten ya que nunca antes ningún medico varón, había visto mí zona íntima.
Llegó el día de mi cita médica, así que me dispongo a darme una ducha y lavarme bien esa zona que va a ver, mí doctor nuevo.
Una vez bien duchada, me dirijo a mi armario para elegir algo bonito, rebusco entré mí ropa, hasta que veo un vestidito perfecto, para la visita médica, es un vestido un tanto escotado, cortito y algo ajustado, de color azul celeste, me colocó mis zapatos y cojo mi bolso, metiendo las llaves y el móvil y me dirijo al centro médico. Al llegar allí, me siento en la sala de espera, a esperar a que me llamen.
Mis nervios aumentan, al acercarse la hora de mi cita, pensando en cómo le voy a decir a mi nuevo médico que me duelen mis ovarios.
A estás escucho mí nombre, el cual sale de una voz fuerte y enronquecida, la cual debe de pertenecer a un hombre algo mayor que yo.
Me levanto y me dirijo hacia la consulta, al entrar...-Buenos días Rocío.
Pasa, pasa, siéntate y cuéntame, ¿que es lo que te pasa?El se queda observándome de arriba a abajo, cómo si estuviera escaneando me por dentro de mí vestido, con su mirada.
-Bu... buenos días doctor ummm...
Me quedo callada, pues no sé su nombre y me ha puesto más nerviosa de lo que ya estaba después de la mirada que me acaba de echar, después de unos segundos le cuento lo que me pasa, cuando termino me quedo callada, esperando a que me recete algo ó me dé cita con mí ginecóloga, pero... no, no fue así, enverde eso el me dice...
- En primer lugar te voy a hacer una exploración, así que desnudate de cintura para abajo y túmbate en la camilla.
Yo me dedico a hacer exactamente lo que él me a dicho, mientras observo algo nerviosa como va hacia la puerta para cerrarla con cerrojo.
A estás, él al volver coge una silla y la pone delante de mi coñito, sentándose en ella, abriendo delicadamente mis piernas, me dice....
-Bueno, bueno voy a explorar te bien todo, así que no estés nerviosa y intenta relajarte, si sientes alguna molestia o te duele algo, durante la exploración, no dudes en decírmelo, ¿estamos?
Asiento con mí cabeza, mientras veo como se pone unos guantes de látex, que se le ajustan perfectamente a sus manos.
Cierro mis ojos para intentar relajarme, pues estoy bastante nerviosa, allí tumbada, con mis piernitas abiertas y mi coñito expuesto ante él.
En el momento que se acerca y mete uno de sus dedos dentro de mí, mi cuerpo tiembla y se me acelera el pulso.-Tranquila, relájate no puedes estar nerviosa y menos después de que ya sabías a que venías, puesto que traes un vestido de zorrita, que me ha puesto mí polla dura, na más que te he visto entrar, así que ahora vas a ser una buena putita y vas a obedecer.
Dice metiendo y sacando sus dedos en mí coñito, haciendo que este se humedezca.
-Ummm oh! Perrita creo que ésto está muy calentito, voy a tener que meterte el termómetro en tú boquita, para ver si tienes fiebre.
-Date la vuelta, ponte boca abajo, zorrita y abre bien tú boquita.
Me susurra en mí oído, mientras él, se desabrocha el cinturón, bajándose sus pantalones y su boxer, colocando su henorme polla ante mí boca.
-Ahora se una buena perrita y abre bien tú boquita, tengo que meterte el termómetro en ella.
Me decía mientras, cogía mis manos colocándome las en mí espalda y atandomelas con su cinturón, dándome una nalgada a su paso, lo cual me provocó dar un leve gemido.
Yo abrí bien la boquita, tal y como me había ordenado, totalmente callada, pues sabía muy bien a qué había ido, así vestida de zorrita, tal y como el me había dicho, pues deseaba que mi nuevo doctor seme follara en su consulta.
Me mete su henorme polla en mí boca, metiéndome la hasta el fondo, dejándome sin poder respirar casi a penas, agarrando fuertemente de mí cabello, me dice...
- ahora putita, te voy a dar tu medicina.
La mete y la saca varias veces, suave y fuertemente, hasta casi hacerme, atragantar. Después la saca y me da la vuelta, dejando nuevamente mí coñito, el cual está demasiado humedecido, expuesto a el, agacha su cabeza hasta esa zona chorreante, y pasa su lengua, lamiendolo todo, metiendo la punta de su lengua dentro de mí clítoris, haciéndome que mi cuerpo se retuerza por el placer que eso porboca en mí.
-Oh! Zorrita, zorrita, veo que eres una verdadera putita, ummmm... que delicioso coñito tienes, no puedo aguantar más por saber cómo de delicioso tienes tú culito, así que ponte a cuatro patas, sobre la camilla, que voy a explorar ese culo de perrita que tienes.
Obedezco nuevamente, colocándome de a cuatro patas en la camilla, deseosa de que me meta en mí culito esa henorme polla que tiene.
En cuanto estoy colocada tal y como me ha dicho, no tarda en clavarme sus dedos, pará comprobar si cabrá su polla dentro, los mete y los saca con un poco de dificultad, así que coge la vaselina que tiene en el armario y se pone un poco en sus dedos y los vuelve a meter...
-Ohummm si, si ahora sí que está listo para poder ser penetrado, el culito de putita zorrita que tienes.
Sin decir nada más, introduce su henorme polla en mí culo, lo cual hace que estallé dando un fuerte gemido, seguidamente el me da una fuerte nalgada, mientras enviste mí culito, diciéndome a su vez...
-shssss calla, perrita. No querrás que los pacientes que están esperando fuera, se enteren de lo putita que eres ¿verdad?
Me decía, seriamente, mientras continuaba, metiéndomela y azotando mí culito a la vez que yo intentaba acallar mis gemidos.
Continuó por un largo rato, clavandomela suave y fuertemente.-ohummm si, sí doctor que... ummm que agustito se siente, que me folle mí culito así de rico!!! Ohummm si, sí folleme... folleme do... ohummm doctor folleme!!!
Exclama sin poder evitarlo dando gritos, por el inmenso placer que sentía en esos instantes.
El tapo mí boca con su mano, para intentar acallarme, pero era imposible, por la excitación que tenía mí cuerpo en esos momentos.
El me dió una fuerte nalgada, para ver si así los acallaba, pero ni aún con esas, podía parar, se oían resonar por toda la habitación, sin darme cuenta de que los demás pacientes podrían estar escuchándolos.
Ah estás él se detiene justo antes de que pudiera correrme, cogiéndome y dándome la vuelta, sentándome en la cama...
-No, no perrita no puedes seguir gritando de está manera, voy a tenerte que taparte tú boquita con algo.
Dijo, rebuscando entre sus cosas, para ver sí encontraba algo para taparla.
Una vez que encontró algo...
Me lo puso. y ya que yo, estaba sentada en la camilla, el la agusto está de la palanca, a la altura de su polla, abrió mis piernas lentamente y clavó su henorme polla, dentro de mí coñito chorreante de flujo y comenzó a follarlo.-ohummm si, sí que delicioso, se nota que tienes un coñito de putita caliente, ummm oh si, sí exactamente cómo a mí me gusta, zorrita.
Decía metiendo y sacando continuamente su polla de mí coñito, insaciable y deseoso por ser follado.
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Historias diferentes
RandomEn está historia, es fruto solamente de mi imaginación, está totalmente prohibido su copia o plagió. Los capítulos no serán seguidos uno de otros, cada capítulo será una historia diferente, no tendrá que ver uno con otro, algunos serán largos y otr...