Historias diferentes

Continuación capitulo 1

De pronto noto cómo me quita mis braguitas, abre mis piernas muy lentamente, algo rozar sobre mi zona íntima, no eran sus manos, era un tacto diferente, no sabía que es lo que sería eso, pero...
Sentí un exquisito placer, al sentir aquel roce, haciendo que diera un pequeño gemido, eso duró poco, porqué en ese mismo instante, noté un azote sobre mi nalga, volví a gemir sintiendo dolor, pero hera un dolor excitante, después de varios azotes, metió algo en mi culito, estaba duro y frío no era su miembro, era un tapón anal, lo cuál hizo que mi cuerpo temblará.

Continuaba allí, cayada en absoluto silencio, asumiendo las consecuencias de mí castigo, aprendiendo la lección, para no cometer los mismos errores, anteriormente cometidos.

Al rato mete algo en mi coñito, se sentía agusto, pero lo que no sabía era lo qué vendría después...

- Bueno, tu castigo sólo acaba de empezar cómo quien dice la cosa, ahora seguiras mis órdenes, ¿entendido?.

Asenti con mí cabeza, dándole a entender, qué cumpliría sus ordenes.
El acarició mi cabello suavemente, con la Palma de su mano, para después decirme...

- Espero que seas una buena niña y te portes bien esta vez, hora te irás a tu cama y intentaras dormir pero... sobre todo nada de masturbarte.

Dijo en un tono serio, mientras soltaba mis muñecas, las cuales sintieron un gran alivió.

-Dejame tu móvil, tengo que instalarte una aplicación, la cual usaremos bastante.

Eso último lo dijo en un tono más suave, yo con mis ojos todavía vendados, busqué el celular y el lo cogió ensegida, al rato escuché que lo dejaba sobre la mesa.

- En cuánto me aya ido, podrás quitarte la venda, harás exactamente lo que te dije, quiero que vayas a la cama, tal y cómo estás, ya sabes pórtate bien.

Notaba su mirada clavada sobre mi cuerpo, observando lo nerviosa y excitada que estaba, sentí su risa picarona, justo detrás de mí espalda.
Al rato, escuché cerrar la puerta de mi casa, sabía que era el momento de poderme quitarme la venda, que había sobre mis ojos, así que me la quité y hice exactamente lo que el me pidió.
Tenía unas ganas locas de masturbarme, después de todo lo que había sentido, pero está vez me porté bien, al rato me quedé dormida.
Pasó un buen rato, cuándo de repente, comencé a notar que algo se movía, con una vibración, suave dentro de mi zona íntima.

- Oh! No, no puede ser, ummmoh... esto no puede estar pasándome, ¡¡¡es... es que no fue suficiente co... con lo de antes!!!

Exclame volviéndome a excitar de nuevo, al sentir a su vez vibrar lo que llevaba puesto en mi culito y aumentarse la velocidad de las dos cosas, que llevaba puestas.
Mi cuerpecito comenzó a retorcerse, mordi mi labio superior, intentando aguantarme mis ganitas, sentía mi coñito humedecerse, más y más según él iba aumentando vibraciones, sin poder parar de gemir, parecía que el demonio me había abducido, como si el mismo estuviera dentro de mí cuerpo haciéndome sufrir, subían poco a poco las velocidades, no podía aguantar, deseaba poder correrme, gemia, gritaba, lloraba, por el inmenso placer que sentía.

- POR ... POR FAVOR MI... ummm...ohhh MÍ AMO , SE ... ohhh...ummm SE LO SUPLICO PA... PARE YA !!!

Grité suplcandole para que terminara con aquel castigo que me había impuesto, sabiendo que me observaba y tuviera piedad de mí.

Pero no, no paró el sufrimiento seguía, haciendo caso omiso a mis palabras, cada vez era mayor, aquello me estaba haciendo enloquecer, deseaba con todas mis fuerzas que aquella tortura terminará, ya no aguantaba más, agarré fuertemente con mis manos, las sábanas de mí cama, para retenerme las ganas de correrme, pero era imposible, sólo deseaba hacerlo, después de un rato...
Por fin paró, di un fuerte suspiro, por el alivio que sentí, cuándo todo se detuvo, respiré aliviada al saber que lo había conseguido, está vez si que había podido cumplir con sus ordenes, había gozado tanto que mis ganitas desaparecieron, quedándome totalmente dormida de nuevo.