Todo el apoyo

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El domingo por la tarde, Jungkook regresó a su departamento junto con Jimin, tan contentos como siempre, pero sin interacciones que avivaran comentarios malintencionados. Aunque para esas alturas de la vida, estaban seguros de que más de uno sospechaba que ambos hombres estaban en una relación o tenían la certeza, como el señor Soo, el guardia. Aquel hombre, miró algo recriminador al pelinegro cuando pasaron, en lugar de su sonrisa y entusiasmo habitual. 

Lisa llegó en un momento e ingresó al edificio junto con Minho y de ahí al departamento. La puerta fue abierta y el niño abrazó a su padre muy contento para luego ir a la sala y saludar a Jimin. El castaño se puso en pie y saludó a Lisa con una reverencia que la mujer regresó. 

-Pasa Lisa, tenemos que hablar sobre algunos cambios que va a haber en la rutina de nuestro hijo- anunció Jeon. Ella se adentró sin sentirse nada cómoda con tener que estar en presencia de Jimin, su ex-esposo y con su hijo sentado en medio de ellos dos. 

-Minho dile a tu papá lo que le querías comentar- animó Jimin -Todo va a estar bien- sonrió. El pequeño se puso de pie y fue a un lado para no darle la espalda a su mamá quien estaba frente a su padre en el sillón individual. 

-Papi... yo... quiero dejar el futbol y hacer ballet con el profesor Park- dijo titubeante y luego de forma rápida. 

-Claro Minho, cuenta con ello- dijo su padre a lo que el niño sonrió y fue a abrazarlo. Pero su madre era de otra opinión. 

-¡Pero cómo! ¡El ballet es de niñas Minho! Jungkook ¿Cómo lo puedes permitir? Le van a hacer burla... ¡Mi hijo no va a hacer ballet!- tomó al niño por el brazo alejándolo de él y Jungkook se puso en pie molesto. 

-Claro que lo va a hacer. Es lo que a él le llamó la atención, después de ver las clases de las hijas de tus amigas del club. No tiene nada de malo que quiera probar diferentes actividades- 

-Precisamente Jungkook, eran hijas ¡Niñas! Minho es un niño- se agachó a hablar con el pequeño -Si te gusta la música mejor clases de piano u otro tipo de baile- 

Jimin sentía su sangre hervir, deseaba decirle a Lisa lo idiota que estaba siendo, gritarle que sus malditos estereotipos de género se los podía meter por donde le cupieran, pero no era su papel. Eso era algo que debía discutir con Jungkook. Se puso de pie molesto para irse a la habitación pero el grito de la mujer lo hizo rabiar -¡Tú tienes la culpa! ¡Le metes ideas a mi niño en su cabeza! ¡Lo quieres volver como tú!- 

Park le lanzó dagas por los ojos e iba a decirle algunas cuantas, pero pelinegro saltó antes -¡No te atrevas a meter a Jimin en esto ni a hacer comentarios homofóbicos Lalisa! ¡Te vas en este momento de aquí! ¡Y que te quede claro que mi hijo va a hacer ballet así te guste o no! Y si en algún momento no lo vas a apoyar o a renegar de él y sus elecciones futuras la que sale sobrando en su vida eres tu- No podía creer la clase de comentarios que su ex-esposa había hecho. 

Lisa tomó sus cosas y se fue dando un gran portazo, sumamente enfadada porque Jungkook había permitido eso y por la forma en que había defendido a Jimin en lugar de haberla apoyado. 

Jimin se puso a llorar de pronto y se fue corriendo a la habitación. El pequeño niño no sabía qué estaba pasando pero nada había salido como él quería. Ahora todos los adultos se habían gritado enfadados y su mamá había hecho llorar a su profesor. Miró a su padre -Papi ¿Por qué todos se enojaron? ¿El que quiera hacer ballet es malo?- 

Se hincó a su nivel y lo miró a los ojos -No. No es nada malo y está decidido que sí vas a ir a clases con Jimin. En enfado no es contigo sino con tu mamá, pero ya hablaré con ella y trataré de hacerla entrar en razón- le dio una palmada en la cabeza -No te preocupes pequeño, yo me encargo de consolar al profesor Park- 

El niño asintió aunque seguía angustiado y se fue a su habitación mientras que Jungkook pasó a la suya encontrando al chico hecho bolita abrazando sus rodillas sobre la cama. Se acercó a él y le sobó la espalda -Calma Jimin, no dejes que sus comentarios idiotas te afecten- 

-No lloro porque ella me haya ofendido. Se puede ir al demonio- sorbió el moco -Lloro porque en cierta parte tiene razón en querer evitar malas experiencias a su hijo. Yo tampoco quisiera que Minho tuviera que pasar por burlas y comentarios hirientes. Que alguien lo vaya a insultar o violentar por ser diferente como hicieron conmigo- 

-Nos tiene a ambos, tú y yo lo protegeremos- lo abrazó con fuerza -Sé que estando contigo, Mina y Yuna, estará seguro y no permitirán ningún comentario... Además, no sabemos si es gay, es muy pronto. Y aún si lo fuera, qué mejor que tenga la certeza de que va a ser apoyado y cobijado por las personas que lo quieren, sus dos papás- Jimin lo volteó a ver -Sí, así como tú dijiste, vamos a ser una familia y quiero que funjas como padre de Minho también- 

El castaño le dio un gran abrazo a pesar de que dejó algo mojado el hombro de su prometido -Lo siento, ya te llené de lágrimas y moco- 

-No será lo peor que me hayas embarrado mi amor- dijo risueño restándole importancia. Se pusieron en pie y fueron por pañuelos para que al fin el chico se aseara y él también le diera una pasadita a su camisa. Salieron al pasillo y tocaron la puerta del niño. 

-Profesor Park ¿Ya te sientes mejor? Perdón- a pesar de que ya le habían dicho que no tenía culpa de nada, se quiso disculpar e hizo una reverencia.

-No hay nada que perdonarte Minho. Tú no hiciste nada mas que ser valiente y decir lo que quieres y piensas, eso es bueno- sonrió -Anda, vamos a cenar que mañana tienes que madrugar para la escuela- 

Esa noche, Jimin ya no se fue a su departamento, se quedó a dormir ahí. Quería quedarse en brazos de su amado -¿Y si ya no me fuera? ¿Y si me quedo a vivir con él definitivamente?- se puso a pensar -No, mejor hasta que formalicemos totalmente- Seguramente si hubiera externado esos pensamientos, Jungkook hubiera dado brincos de gusto ante la primera parte y ya lo estaría llevando a hacer sus maletas. 

Al día siguiente, todos fueron a la escuela y por primera vez, tanto Park como el pequeño bajaron de la camioneta al mismo tiempo siendo vistos por Chaeyoung quien venía caminando por la acera a unos metros. 

-Ya de plano tú perdiste la decencia- dijo venenosamente -¿No se supone que habían quedado en no interactuar cerca de la escuela?- 

Jimin rodó los ojos -Buenos días para ti también Chaeyoung-ssi-  Abrió la puerta y dejó que el niño pasara -En un momento te alcanzo en el salón Minho- Volvió su mirada a la profesora -Si te diste cuenta, no interactué con Jungkook, solamente tú me viste, nadie más y además no tengo por qué darte cuenta de nada- 

-Estoy de acuerdo pero ¿Qué crees que diría Ahn-nim al saber que estabas teniendo de nuevo comportamientos impropios frente a la escuela?- cuestionó con brillo malévolo. Lo acusaría, aún cuando no había sido cierto.

La severa voz de la directora Ahn se escuchó -Diría que no es tu asunto y te limites a lo laboral profesora Son-. La nombrada palideció, hizo una reverencia hacia ella y se fue casi corriendo. Ahn se acercó a Jimin -Y diría también que te veías espectacular en la foto del periódico y las redes... no puedo creer que seas tu la misma persona, haces un trabajo excelente también en eso- en convertirse en Min-ha. 

-Gracias. Pero espero ya no hacerlo en mucho tiempo- sonrió y todos volvieron a sus puestos -También tengo que decirle sobre mi compromiso, estoy seguro de que se pondrá muy feliz por nosotros- Ella era la única fuera del círculo que conocía su situación, pero confiaba plenamente en que seguiría guardando el secreto. 


Amo cada versión de ti 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora