𝗨𝗻 𝗴𝗮𝘁𝗼 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗧𝗼𝗺𝘂𝗿𝗮 ▎Tomura Shigaraki

𝗰𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 treinta y tres ⌠𝗳𝗶𝗻𝗮𝗹⌡

Me acosté sobre el sofá, hace mucho tiempo que no sentía la necesidad de desaparecer y eliminar mi existencia del caótico mundo en el que vivía.

No quería detenerme a pensar en todo lo que había pasado, porque eso significaba que debía de ser honesto con mis sentimientos y ni siquiera yo estaba listo para afrontarlo.

¿Cómo se supone que debía verlo a la cara? Tal vez debería dejar de portarme indeciso, pero todo estaba siendo demasiado difícil.

Sentía el rostro caliente hasta las orejas, por más que quisiera, no podía dejar de pensar en la forma en la que me besaba, porque si, esa no había sido la única vez que lo había hecho y la manera en la que acariciaba mi mejilla-.

"¡Para ya! ¡Deja de pensar en eso!" me cubrí el rostro con las manos en un intento por alejar esos pensamientos de mi cabeza, la vergüenza me estaba matando.

"¿Dejar de pensar en qué?"

Mi cuerpo se tensó al escuchar esa inconfundible voz, no quería verlo, estaba cansado de sentirme indefenso y lo único que quería era aliviar esa inquietud que me presionaba el pecho.

Un grito se me escapo en el momento en que sentí un tirón y como era jalado hacia un extremo del sofá, Tomura se había encargado de meterse entre mis piernas tomando mis muñecas por encima de mi cabeza.

"¡Tú tienes la culpa!" aparte la cara cuando el acerco peligrosamente su rostro, ya no había forma de que escapara de él.

"Por unos segundos creí que me estabas ignorando" me acaricio la mejilla acompañada de una pequeña risa.

"No te rías, yo no me estoy divirtiendo" le mire con el ceño fruncido.

"Me gusta tu cara en estos momentos" inclinándose aún más, deposito un pequeño beso sobre mi frente.

No me dio tiempo de reaccionar cuando ya se había incorporado y llevándome con él, me sentó sobre su regazo.

"No puedo pensar contigo siendo así" tan malditamente lindo.

"¿Así como?"

"¡Así! Me besas sin darme una oportunidad de poner mis pensamientos en orden" sentí sus brazos rodearme la cintura, me dejaba la sensación de que me escaparía si no lo hacía.

"No me apartaste, pensé que te gustaba" podía sentir su respiración tan cerca, rozándome la piel.

"¡Idiota! ¿Como puedes pensar algo así? Cuando ni siquiera yo sé" abrace su cuello, parecía conocerme mejor que yo y eso me asustaba.

No me obligaba, no me exigía darle una respuesta, en su lugar esperaba y sus muestras de afecto eran un pequeño empujón que me acorralaba, sin quejas, sin gritos, lento y silencioso para que no me diera cuenta.

"Haces que me vuelva torpe y sienta que mi corazón se me saldrá del pecho" acaricie su cabello, estar con él de esa manera me hacía sentir extraño, feliz, realizado.

Cómo si todo lo que había pasado fuera por y para ese momento, sentía que desde el principio había perseguido nada más que su sombra, pero ahora que lo tenía entre mis brazos, era como alcanzarlo y sujetar su mano.

"Cada pequeño roce, cada sonrisa, cada mirada, todo me acelera el corazón"

Se separó apenas un poco y contra toda acción posible de ese momento, me beso la mejilla, luego mi pómulo, la ceja y finalmente se detuvo en mi frente.