Capitulo 1. Tratos

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Un fjerdano me había capturado y Kaz Brekker me había rescatado de ser vendida como esclava; ese fue el comienzo de nuestra relación y hubiera deseado que allí acabase todo.

- Te pagaré- le había dicho pero él le hizo una señal a su espectro para que me ponga el cuchillo en la garganta y otro tipo con sombrero se cruzó de brazos mientras me veía- Si, ustedes me liberaron de ese asqueroso drüskelle; pero quiero creer en su buena voluntad y que me ayudarán a regresar a Ravka

- En Ketterdam no existe la buena voluntad- dijo el hombre con ojos asesinos y yo trague en seco, paralizada por el miedo- ¿Tienes alguna idea del por qué te rescate?

- Kaz, no la intimides- dijo la mujer y yo la mire para ver qué bajaba su cuchillo- No te vas a escapar- pronunció una amenaza dulce y me abrace a mi misma para darme cuenta que no podía ir a ninguna parte

Nina me había enseñado a distinguir de dónde venían la mayoría de personas con solo verlas o escucharlas hablar; el hombre de tez oscura era sin duda un zemeni, la mujer una suli y mi "salvador" tal vez de Kersh.  Sin embargo; en ese momento no importaba de dónde venían sino sus intenciones conmigo. El General Kirigan me había dicho que esto pasaría si nos alejabamos del Pequeño Palacio y que la gente de Ravka no era tan amable como nosotros lo éramos con ellos; tenía razón, y fui una estúpida por irme de allí

- Porque soy grisha y crees que te puedo ser de ayuda pero en realidad no complete mi instrucción ya que me fui del Pequeño Palacio cuando iba a perfeccionar mis habilidades- dije la verdad y entonces el tipo de sombrero raro negó con la cabeza

- ¿Por qué fuiste tan tontita en abandonar la seguridad que te dió el General Kirigan para irte a un país de criminales?- lo dijo en un tono de broma pero aquello me provocó ganas de llorar- Hey, no podemos amenazarte si lloras

- Yo si puedo, guarda tus lágrimas para cuando realmente valgan la pena- dijo el que parecía ser el líder de los tres y se acercó sosteniendo un bastón con el mazo en forma de cuervo- Le pagué dos mil krugers a un informante cuando Inej me dijo que había oído rumores que iban a vender a una chica a la Casa de las Fieras- aún no sabía que era ese lugar, pero semanas más tarde Inej me lo explicaría y lloraría con ella el cruel destino que tuvo antes que Kaz negociará su contrato - Y quiero que trabajes para mí, a cambio te daré protección y te pagaré eventualmente para que vayas a dónde quieras ir 

- Mi plan es regresar a Ravka- dije pensando en que tal vez Nina me estuviera buscando aún luego de tantos meses- Solo necesito un poco de dinero que te pagaré cuando...- y el hombre me interrumpió

- Dudo que cuando estés de vuelta en el Pequeño Palacio puedas pagar la deuda que tienes conmigo y la que piensas tener- dijo él y aproveché que sus secuaces estaban distraídos para empezar a correr lejos de ellos pero un disparo me paralizó y me encontré boca arriba con la mujer suli encima mío con un cuchillo en mi cuello nuevamente

Mis opciones eran limitadas; o me quedaba sin dinero y desamparada en una ciudad como Ketterdam en donde sería buscada por mi condición de grisha, y posiblemente me sea aún más difícil conseguir un boleto para llegar a Ravka o incluso conseguir a alguien que me ayude a cruzar la sombra para llegar al occidente de mi país natal; o esperaba unos meses más en Ketterdam pero con la protección de estos tipos que aunque amenazaban mi vida en aquel momento, podrían ser letales si alguien quisiera tomarme como esclava de nuevo.

Fue suerte o tal vez no, pero acepte el trato que Kaz me ofrecía y me puse a su disposición esa misma noche.

Por unos meses me instale en el Club "El Cuervo", el cual a diferencia de otros clubes por la zona...era del tipo más o menos honesto y no prostituian a ninguna chica pese a que aquel acto los hubiera hecho ganar mucho más krugers. Kaz no era de esos, él hacia otro tipo de trabajos y en ocasiones me llevaba con él para cerrar tratos, conseguir información con que Inej no podía acceder o simplemente amenazar con ahogar a los que querían pasarse de vivos en el club y no pagar lo que debían.

Encuéntrame en el bosque esta noche // Kaz BrekkerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora