Encuéntrame en el bosque esta noche // Kaz Brekker

Capitulo 7. Tal vez quiera besarte

- Lisa- dice Kaz cuando acaricia mi mejilla con su mano desnuda y yo sonrió para acercarme aún más a él para juntar nuestros labios pero retrocede- Lo siento, no puedo

Su rechazo me sabe mal, pero trato de que no se me note y doy un paso hacia atrás para arreglarme el cabello. ¿Qué me está pasando? No es que sea el primer chico al que deseo besar, antes de él estaba....bueno supongo que hubo alguien.

Besaba a Kirigan porque él empezaba los besos y me convencía que eso era lo que quería; pero en realidad no había amor sino cariño y conveniencia. Él me manipulaba sin que yo lo supiera pero yo danzaba a su alrededor pensando que si él creía que yo lo amaba, tendría un lugar seguro en el Pequeño Palacio, un puesto no muy arriesgado en el Segundo Ejército y los demás grishas que me tenían manía por fin me dejarían tranquila.

Pero ahora...no me importa si Kaz sabe si lo aprecio o no ya que no espero tener un beneficio de esto salvó su compañía y que lo que sea que sienta por él sea recíproco.

- Hubiera sido un placer conocerte en diferentes circunstancias- murmuro y mi espalda choca contra la pared de nuevo cuando su mirada se cruza con la mía

- ¿Cómo cuáles?- pregunta Kaz y juego con mi cabello antes de responderle

- Para empezar, podrias haber estado paseando por las calles de Ravka y me hubieras encontrado en el boulevad, interpretando una obra de teatro y tal vez...yo te hubiera parecido hermosa y me hubieras invitado por un tragos- sonrio ante aquel pensamiento y él toma mi mano

- Pagaría dos rondas de tragos en nuestra primera cita- responde y ambos nos reímos

- Le pedirías permiso a Nina para que yo pudiera salir, no es que te lo negaría pero a ella le gusta fastidiar- digo y entonces siento tristeza porque no la he visto en meses- No puedo creer que no he visto a mi hermana mayor en todo este tiempo, Arken seguramente mintió porque ella no se iría de Ravka sin mi

- Seguramente Nina te está buscando- admite Kaz y las ganas de llorar me invaden- Puedo mandar a buscarla una vez que estemos en Ketterdam- y mi corazón da un vuelco

- Eso sería lindo, sin duda Ketterdam no sería un lugar para ella pero tal vez podrías darle un trabajo- murmuro y aprieto su mano- Tal vez la isla me guste un poco más si sigues sonriendo- y acaricio su rostro con mi mano libre mientras él levanta la suya hacia la pared, al lado de mi brazo- Gracias, Kaz Brekker

- ¿Por qué llorabas allí dentro?- pregunta Kaz y respiro profundamente ya que descubrí la razón al salir de la habitación con él

- Me apartaste de una forma...me sentí tan vacía, Kaz; y es raro porque jamás había tenido la necesidad de estar cerca de alguien- respondo y él abre la boca para contestar pero antes mueve mi cabello hacia atrás

- Lo he intentado, varias veces pero simplemente soy un tullido que no podría tocar a nadie porque recuerda los cuerpos putrefactos que lo ayudaron a sobrevivir- murmura Kaz y yo niego con la cabeza para intentar tocar su rostro, pero cuando lo hago se pone tenso- No puedo darte lo que quieres ni necesitas

- Dijiste que yo tenía poder sobre ti, Kaz- digo y acaricio lentamente su rostro- Tú también lo tienes sobre mi- pero bajo mi mano cuando veo al dueño de la posada salir con un pequeño farol

- ¿Están haciendo manitas?- la voz del hombre es grave y Kaz se aparta de mi

Supongo que es la hora de entrar