La obscuridad de un corazón que grita en silencio.

El dia del milagro

Ese día sentí que era distinto, cuando desperté sentí que todo tenía un lado bueno, algo dentro de mi me decía que iba a pasar algo, algo bueno.

Era un día normal, soleado, el viento era tranquilo y seguí mi rutina. Pensé en Jazmín de nuevo, pensé en aquellos momentos que pasamos, me sentí triste al recordar. Eran momentos hermosos, pero me deprimía al saber cual era nuestra situación.

Ella iba a terapia, para tratar de recuperar sus recuerdos.

La amnesia podía desvanecerse, era un proceso lento, pero podría funcionar. Estaba enterado de su progreso, en la clínica, así que les dije si en algún momento llegaba a recordar algo, me mantuvieran informado.

Eran las 10:00 A.M. y recibí una llamada, nunca la podré olvidar.
Recuerdo que cuando contesté tuve un gran temor muy dentro de mi, sabía que podrían informarme de algo malo, pero no, esta vez eran buenas noticias, y muy buenas.

-¿Hola?
-Hola David, soy la doctora Rachel, debes venir a la clínica, es muy importante.
-¿Que ha pasado?
-Debes verlo por ti mismo.
-Okay, salgo ahora.
-Adiós.

Mi corazón palpitaba violentamente, mis nervios estaban fuera de mi, tenía miedo, en ese momento mi mente se puso en blanco, estaba asustado de recibir malas noticias, incluso tuve un muy mal presentimiento. Me repetí a mi mismo que todo estaría bien, pero cuando llegué a la clínica todo fue un sueño, parecía que no era real, que era una fantasía.

Cuando me bajé del auto, estaba muy nervioso, empecé a correr.

Pero algo pasó, desde el fondo del estacionamiento la vi, vi a Jazmín saludandome con una sonrisa.
Esta confundido, no sabía que estaba sucediendo, pero estaba feliz de verla.
En ese instante empecé a correr hacia ella, corría como nunca, no sentía mi cuerpo, sólo miraba. Mis sentidos se detuvieron, no podía escuchar nada, no podía sentir nada, no podía hablar. Sólo miraba a Jazmín y corría con todas mis fuerzas, fue un momento mágico.

Llegué a ella, y aún parapléjico solo la veo, no tengo palabras, pero sabía dentro de mi que estaría feliz.

Mi corazón latía fuerte, mis manos temblaban, sentía algo que que pasaba por mi, una sensación muy hermosa.

Nunca olvidaré ese momento tan hermoso, ella sólo me miró y sonrió y me dijo "Hola, mi amor", cuano ella dijo eso empecé a llorar, la abracé y seguí llorando, ella me dijo al oído "Nunca te olvidaría a ti", era un sueño hecho realidad.

Ese fue el día que Jazmín recuperó su memoria, el amor fue lo que nunca murió, en su alma.

Le dije cuanto la amaba.

-Te amo, Jazmín, ha sido tan difícil mi vida sin ti, te necesito y te necesitaba para salvar mi vida, de ahora en adelante te prometo que todo será hermoso, que las cosas irán bien siempre.
-David, Perdóname. Por dejarte durante este tiempo, pero estuve aquí, y ahora puedo decirte cuanto te amo, te prometo que nunca más te volveré a dejar. Se que todo irá bien, no hay nada que sea más fuerte que el amor verdadero, estaremos juntos por siempre.
-Será siempre y un poco más.

La abracé, la besé y lloré, por que estaba feliz, mi corazón estaba muy feliz, por que lo que había pasado era lo que estaba esperando, la razón por la cual seguía con esa esperanza, esperanza que me mantenía con vida. Sus recuerdos me ayudaron, simplemente es algo que nunca nadie podrá entender. La felicidad que siento es más grande que todo aquello que parece imposible.

Lo imposible es posible, gracias al amor. La oscuridad se había marchado, era hora del amanecer, mi vida recuperó el color, ese día, en el que Jazmín venció la amnesia, el día en que recuperó su memoria. Pero ella nunca me olvidó, por que ella vive en mi y yo la recordaba siempre.