Una mañana en el instituto, Stella sintió el peso de su secreto mientras se dirigía a clases. Sabía que tenía que confesarles a sus amigas la noticia que la atormentaba. Cuando finalmente encontró un momento para compartirlo, las caras de Elena y María reflejaron un profundo shock.
Elena: "¡Espera, ¿qué?! ¿Estás embarazada, Stella?"
María asintió, sin palabras por un momento.
María: "No puedo creerlo. ¿Y ahora qué planeas hacer?"
Stella miró a sus amigas con una mezcla de temor y determinación.
Stella: "Sé que esto es complicado, pero no podría abortar. Necesito hablarlo con Alan antes de tomar cualquier decisión."
Decidió alejarse de sus amigas y buscar a Alan en medio del tumulto del instituto. Cuando finalmente lo encontró, él la escuchó en silencio mientras ella le relataba la conversación con sus amigas.
Alan: "Stella, entiendo que quieras tener al bebé, pero debemos ser realistas. Tenemos 15 años, ¿cómo vamos a cuidar de un hijo en estas circunstancias? No creo que estemos listos."
Stella sintió un nudo en el estómago ante las palabras de Alan.
Stella: "Alan, yo... lo quiero. No puedo imaginar abortar. Pero sé que es una decisión que debemos tomar juntos."
Alan pareció enfadado, pero finalmente asintió.
Alan: "Hablemos de esto más tarde. No puedo seguir pensando en ello ahora."
Stella regresó a sus amigas para contarles su conversación con Alan. Elena y María expresaron su preocupación y opinaron que tal vez sería mejor considerar otras opciones. Sin embargo, Stella sabía que aún no habían hablado con sus padres.
Después de un largo día en el instituto, Stella llegó a casa, donde se avecinaba una difícil conversación en la hora de la cena. Aprovechó el momento para hablar con su madre.
Stella: "Mamá, necesito contarte algo importante. Alan me dijo que sería mejor abortar, y no sé qué hacer."
Su madre la miró con tristeza y comprensión.
Madre de Stella: "Stella, al final, es tu decisión. Eres la madre, y debes hacer lo que sientas que es correcto para ti y para ese bebé. Pero también debes pensar en las implicaciones y en cómo lo cuidaríamos."
Sin embargo, cuando llegó su padre, la conversación tomó un rumbo diferente. Stella compartió con él la misma noticia, y su padre reaccionó de manera más contundente.
Padre de Stella: "Stella, esta situación no es adecuada. No puedes tener un bebé a tu edad. Debes abortarlo, no hay otra opción."
La madre de Stella se opuso de inmediato, y la discusión comenzó a intensificarse en la mesa. Los conflictos familiares y las diferencias de opinión se hicieron evidentes, y Stella se sintió atrapada en el centro de una tormenta emocional.
Mientras sus padres discutían, Stella reflexionó sobre las decisiones que debía tomar. Sabía que estaba en un punto crucial de su vida, con elecciones que afectarían su futuro y el de su bebé.
La cena se había convertido en un campo de batalla de emociones y opiniones en la casa de Stella. Su padre, firme en su posición de que el aborto era la única opción, discutía acaloradamente con su madre, quien creía que Stella tenía derecho a tomar la decisión que creyera mejor para su vida y la de su bebé.
Stella observaba la confrontación de sus padres, sintiéndose atrapada entre dos perspectivas opuestas. Aunque amaba y respetaba a sus padres, también sentía una fuerte conexión con la vida que crecía dentro de ella y la convicción de que debía protegerla.
Finalmente, en medio del caos de la discusión, Stella se levantó de la mesa y anunció su decisión con voz temblorosa.
Stella: "¡Basta! Yo... yo he tomado mi decisión. No puedo abortar, lo siento, mamá, pero no puedo hacerlo. Entiendo tus preocupaciones, papá, pero tengo que seguir adelante con esto."
Las palabras de Stella resonaron en la habitación y, por un momento, el silencio llenó el aire. Su madre, aunque apenada, comprendía la convicción de su hija. Su padre, en cambio, miró con resignación mientras asimilaba la elección de Stella.
Padre de Stella: "Está bien, Stella. Entiendo que has tomado tu decisión. Ahora, debemos buscar la mejor manera de apoyarte en esta situación."
El conflicto no desapareció por completo, pero se apaciguó momentáneamente. La familia de Stella había llegado a un punto de acuerdo, reconociendo que debían enfrentar juntos los desafíos que se avecinaban.
Esa noche, Stella se retiró a su habitación, sintiéndose emocionalmente agotada pero también aliviada de haber expresado su elección. Sabía que el camino que había elegido no sería fácil, pero estaba dispuesta a enfrentar los desafíos que le deparaba el futuro.
En los días siguientes, Stella decidió hablar nuevamente con Alan sobre su elección. Aunque las opiniones de sus padres eran importantes, la de él también tenía un peso significativo en su vida. Encontraron un momento tranquilo en el parque cercano a sus casas para discutir su futuro juntos.
Stella: "Alan, sé que no estamos preparados para ser padres, pero siento que es lo correcto para mí. Quiero tener a este bebé."
Alan la miró con seriedad, sus ojos reflejaban su lucha interna.
Alan: "Stella, entiendo tu decisión, pero también me preocupa cómo vamos a enfrentar esto. Nuestra vida cambiará drásticamente, y no sé si estoy listo."
Stella: "Sé que es un desafío, pero juntos podemos hacerlo, Alan. Confío en nosotros."
La conversación con Alan dejó un eco de incertidumbre en el corazón de Stella, pero también fortaleció su determinación de enfrentar lo que venía. Sabía que su camino estaba lleno de dificultades, pero estaba dispuesta a recorrerlo para darle una oportunidad a la vida que crecía dentro de ella.
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Entre Miradas y Secretos #1
RomanceStella y Alan, dos personas opuestas, siempre se han llevado mal, insultos, peleas en clase. ¿Qué puede suceder para que Stella y Alan duden de sus sentimientos hacia ellos? ADVERTENCIA: Este libro contiene sexo, insultos, y conflictos. NO SE PERMIT...