Parte 12.

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Cuando llegaron al lago, Yoongi dejó las luces de la camioneta encendidas en dirección a la orilla y aparcó lo más cerca posible. Sin esperar a ver lo que hacía Jimin, se quitó toda la ropa excepto el bóxer y salió corriendo hasta zambullirse de cabeza en el agua. 

Por su parte, Jimin se quitó la ropa lentamente, doblándola en el asiento delantero, hasta quedarse en su bóxer rosa y probar despacio el agua con un pie. 

— ¡Dios, está helada! 

— ¡No seas cobarde! —molestó Yoongi antes de darse la vuelta y verlo en ropa interior. 

Se quedó mudo, Jimin llevaba un bóxer fucsia con detalles blancos, su torso desnudo, sus pezones estaban duros y su piel erizada debido al frío. En esos momentos a Yoongi se le hizo agua a la boca por las ganas que tenia de volver a probar el sabor de su cuerpo, pero se contuvo y siguió observando la gran tentación que se hallaba al alcance de su mano, el bóxer de Jimin, que se ajustaba perfectamente a su lindo trasero.

Y mientras el rubio se introducía poco a poco en el agua mojando su delicado cuerpo, Yoongi hacía lo posible por evitar abalanzarse sobre él, con una erección que era insensible al agua helada y que se incrementaba a cada paso que Jimin daba en su dirección.

Yoongi se alejó nadando como un loco cuando Jimin estuvo a su lado, para evitar la tentación. 

"¿Quién diablos se cree? ¿Keroro Gunso?", pensó Jimin mientras nadaba despacio disfrutando del agua y flotando plácidamente boca arriba con el cuerpo relajado. En ese momento vio por el rabillo del ojo como Yoongi se hundía una y otra vez y nadaba con dificultad, se acercó a él pensando que necesitaba ayuda, pero cada vez que el rubio se acercaba, el pelinegro se alejaba hundiéndose más en el agua. 

— ¡Te quieres quedar quieto, idiota, que te vas a ahogar! —gritó finalmente Jimin enfadado y Yoongi reaccionó dejándolo acercarse. 

Cuando llegaron a la orilla, Jimin lo ayudo a tumbarse sobre una toalla que había colocado en el suelo. 

— Un calambre. —dijo Yoongi adolorido mientras se agarraba la pierna, tratando ridículamente de  cubrir su erección. 

— Deja que te dé un masaje. —propuso Jimin a la vez que acariciaba delicadamente la zona afectada. 

— No creo que sea una buena idea. —tartamudeó nervioso, tumbándose por completo en la toalla. 

Jimin masajeó con delicadeza haciéndole recuperar la sensibilidad, pero mientras aliviaba el dolor de su pierna avivaba aún más su miembro que a cada momento que pasaba estaba más duro. Así que, sin que sin explicarle al rubio lo que esas caricias ocasionaban en su cuerpo, Yoongi lo aparto bruscamente. 

— ¡Ya basta, ya estoy mejor! 

— ¡¿Pero qué diablos te pasa?! —Jimin le gritó enfadado, preparándose para darle una paliza al desagradecido de Yoongi— ¡En el agua por poco te ahogas, estoy intentando ayudarte y me apartas como si tuviera la peste! Estás mal de la cabeza... 

⚠️[Este capítulo tiene contenido sexual. Puedes continuar leyendo o saltarte a los párrafos finales ]⚠️

Yoongi no aguanto más, verlo allí regañándolo, con los brazos en su cadera y el gesto fruncido, alzando su deliciosa boca en piquito, mientras miles de gotitas de agua acariciaban su delicado y exquisito cuerpo cubierto únicamente por el bóxer... Eso lo llevó directo a la locura, y Yoongi finalmente acalló sus palabras tomándolo entre sus brazos y besando sus labios acorazonados con toda la pasión que quemaba en su interior, impidiéndole emitir sonido alguno que no fueran suspiros excitantes que inmediatamente salieron de su boca. 

Rana Azul - 윤민 YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora