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Tony, siendo el instigador golpea traseros que era, hostigó a Nancy incluso más de lo que lo hacía con Mike. Parcialmente porque ella era muy fácil de molestar, pero en su mayoría porque papá comenzó a dejarnos. Los servicios de la iglesia las noches de los miércoles y viajes de negocios los fines de semanas y eventos de deportes de Nate y Naomi redujeron mis visitas a un par de veces al mes, máximo. Tony lo tomó contra Nancy, no papá. El gran golpe vino hace cerca de un año, justo después de la graduación de preparatoria de Tony. Él llamó a Nancy hipócrita, diciendo que era una cosa creer en Dios, pero que cómo podía ser tan rígida y juzgadora cuando había empezado a joder alrededor con papá —¿La Biblia no llama a eso adulterio? Preguntaba— mientras ellos estaban todavía casados, lo que estaba jo...mente equivocado (excepto que él dijo toda la palabra). El golpe fue que lo dijo todo en frente de Nate y Naomi. Godzilla lo perdió. Ella lanzó a Tony fuera, y papá nunca dijo una palabra. Mamá escuchó que Tony estaba quedándose con amigos hasta que se mudara a los dormitorios en Grand Valley State, pero él se negó a verla o a responder sus llamadas y correos electrónicos. Mike dijo que él nos contactaría cuando fuera tiempo de pagar la matrícula, pero estaba equivocado. Incluso aunque está sólo unas horas lejos, Tony no volvió. Él todavía no nos habla a ninguno de nosotros. Ni siquiera a mí. No he estado con papá desde entonces, y él nunca llamó para preguntar por qué. Me molesta cuán fácilmente mamá y papá han seguido adelante de la familia que jodieron para empezar otras nuevas. Tomo otro sorbo de agua. No ayuda. Todavía quiero más patatas. Pienso en el Programa de Pérdida de Peso: Secretos Para el Éxito otra vez, en Natalie S., y en si es el programa correcto esta vez. El que funcionará. ¿Debería mencionárselo a mamá? Odio hablarle de dietas, pero ella sabe mucho de eso. Tal vez sólo preguntaré si ha escuchado de él. El puré de patatas me tienta con su esponjosidad. Es ahora o nunca. —Mamá... —digo. —Mamá, mira —dice Libby—. Mi puré de patata luce como una corona. —El mío parece una nube —dice Judd. Nuestro poodle, Gigi, se cierne entre los gemelos, lista para que las migajas caigan.Un par de noches después, me siento en la mesa del comedor, considerando mis opciones de puré de patatas. ¿En verdad quiero más? De acuerdo con Slimmer You, debería: "esperar veinte minutos antes de tomar segundas porciones. Beber agua mientras esperas. Durante este tiempo, tu cerebro registrará que estás llena". Es de ayuda la mirada de pena desaprobatoria de mamá o, peor, ella diciendo: ¿en verdad necesitas todo eso? ¿Ella incluso lo nota? —¿Qué vas a hacer este fin de semana, Suz? —le pregunta Mike. —No lo sé. ¿Por qué? Tomo un sorbo de agua y espero, mirando el plato de mamá. La pequeña cantidad de patatas es tan minúscula que apenas cuenta. Está sin tocar. Odio cuán en control está ella. Una perfecta talla seis, nunca un cabello fuera de lugar o una uña despostillada. Incluso la casa es perfecta. Desafío a alguien a encontrar un conejo de polvo o telaraña alrededor de aquí —excepto por mi habitación, la cual es un área de desastre—. Ella es tan maniática y anal. No puedo soportarlo a veces. Es probablemente por eso que papá la dejó. No recuerdo los detalles, por supuesto, porque tenía dos. Pero recuerdo cuando Tony se fue, ya que ha sido hace sólo un año. Tony tenía trece cuando mamá se casó con Mike. La tía Jackie dijo que él se sentía amenazado por Mike ya que siempre había sido "el hombre de la casa". La abuela dice que sólo amaba golpear los traseros de las personas. Mamá lo llama instigador. Lo que sea que fuera, él hizo lo opuesto a todo lo que Mike le dijo que hiciera. Para el momento en que los gemelos venían, Mike estaba harto. Había constantemente luchas. Tony y Mike. Mike y Mamá. Mamá y Tony. Traté de quedarme fuera de eso, pero la tensión interminable me tenía bastante nerviosa. Hamburguesas Mondo, pastelitos Little Debbie, y Cheetos eran mi Xanax. Eventualmente Tony se fue a vivir con papá y Nancy, mientras yo continuaba las usuales visitas de los miércoles por la noche y cada otro fin de semana. Todo estuvo bien por un tiempo. Luego Nancy tuvo un bebé —Noah— y comenzó a ir a la iglesia todo el tiempo. Ella se transformó de una lagartija egoísta a un monstruo rompe Biblias, así que Tony comenzó a llamarla Godzilla a sus espaldas. Ella empezó a molestarse por todo, desde la música rock y las películas clasificación R, hasta los piercings y maldecir.


—Bueno, mi madre llamó hoy. —Mike excava un tenedor en su boca. Esperando una reacción de mi madre, supongo. Mamá exhala audiblemente. —Está bien... qué... ¡Liberty! No lances tus guisantes al suelo. —Pero los odio —dice Libby. —Ella vendrá al pueblo este fin de semana —dice Mike, su boca llena. Él murmura algo más que no puedo entender. ¿No debería el futuro Representante del 65th Distrito saber cómo comer y hablar al mismo tiempo? —No quiero mis guisantes, tampoco —dice Judd. —Y ella quiere quedarse con nosotros durante la noche —continúa Mike, después traga. Ahora entiendo. La atención de Mamá está cerca de descarrilarse. Necesito apurarme. —Mamá... —intento otra vez. —¿Hmm? —responde Mamá. ¿Me está hablando a mí o a alguien más? —Cuando estaba en lo de la abuela hoy —digo—, hubo este infomercial... —¿Tengo que comerlos? —pregunta Libby. —Estoy lleno —dice Judd. Mamá alcanza y coloca varios guisantes sobre el puré de patatas de Libby. —¿Ves? Son joyas en tu corona. Come las deliciosas joyas, Lib. ¿Hola? ¿A quién le importa si Libby come o no sus guisantes? Estoy tratando de hablarte, mamá. —No quiero —dice Libby—. Son asquerosos. —¿Qué hay de mí? —pregunta Judd—. ¿Mis guisantes son joyas, también? —Tus guisantes son pequeñas cacas —dice Libby. —¡Mamá! —grita Judd—. ¡Libby llamó a mis guisantes cacas! Alcanzo a través de la mesa, dejo caer una gran cucharada de patatas en mi plato, y tomo un bocado. No han sido veinte minutos, pero no me importa. Si fuera Tony, me levantaría y haría una escena. Pero no soy Tony. Mamá me mira pero no dice nada. Ella camina hacia el fregadero, enjuaga una toalla de papel, y limpia las bocas y manos de los gemelos.

—Liberty, Justice, terminaron. Vayan a jugar. Los gemelos saltan y corren a la habitación familiar, y Gigi las sigue. Mamá raspa sus platos y los pone en el fregadero. Meto más patatas en mi boca. Suave. Calidez mantecosa. —Bueno, ¿qué debería decirle? —dice Mike—. Ella quiere quedarse con nosotros en su camino a lo de la Tía Carol este fin de semana. —¿Este fin de semana? —chilla mamá—. No tengo tiempo de limpiar... Mike la corta. —Ayudaré. La casa luce genial, Suz. Haces un gran trabajo. —Adulador—. Ella sólo estará aquí toda la noche. No notará si la casa no es perfecta. Mamá le da a Mike su mirada de ¿estás loco? Ella lo notará. Mamá lo sabe. Yo lo sé. Y Mike lo sabe, también. Cuando digo que desafío a alguien a encontrar un conejo de polvo o una telaraña en esta casa, no incluí a Regina Logan. Ella no es como cualquiera. Ella es la Reina Crítica. Si buscas crítica en el diccionario, hay una foto de ella —una que un mono podría tomar mejor, diría ella. Tal vez pasaré el fin de semana con la abuela.

45 poundsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora