14 (segunda parte)

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"¡He encontrado algo!... o a alguien." Se escuchó a lo lejos la voz de un shinobi de Konohagakure, quien encontró cerca de un árbol a punto de romperse a una niña que tenía el cabello el color de las flores de cerezo que florecían en cada primavera, una niña con una ropa de batalla, una niña de piel de porcelana y cuerpo pequeño.

"¡Es una niña! ¿Tiene en la ropa algún clan?"

En la ropa de la niña solo yacía un remolino rojo, en honor a su padre, Nagato, pero los shinobis reconocían este símbolo por otro significado.

"Es el símbolo que portamos en los uniformes shinobis."

"La niña debe pertenecer a Konoha, en ese caso."

"¿La llevo a la aldea?"

"Es lo mejor."

El Jounin joven, que poseía una cicatriz en la nariz y ojos gentiles, levantó con cuidado a la niña para llevarla a la aldea y mantenerla a salvo.

"Tiene un color de cabello curioso."

"Si, no es muy común ese color." Contestó un AMBU que les acompañaba por seguridad, con una máscara de un perro.

Se dirigieron hasta la aldea, con la mala noticia de no haber logrado capturar al "traidor" del clan Uchiha, pero con la buena noticia para algunos padres que hayan perdido a su hija, de que está ha sido encontrada.

Lo único que se conoce en ese momento sobre el estado del único sobreviviente del clan Uchiha es que fue trasladado al hospital central de la aldea. El hermano menor de Itachi Uchiha, Sasuke, está internado en el hospital en una estado de shock.

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Sakura despertó notando una luz blanca en el techo, provocando que cerrara los ojos con molestia. Debajo de ella sintió las sábanas blancas del lugar, y al lograr enfocar su vista al frente pudo divisar en donde estaba. Un hospital.

《Rayos, Sasori-san, no se que tan necesario fue empujarme tan fuerte》

Al lado de ella escuchó murmuró, y fué allí cuando se dió cuenta de que no estaba sola. A su derecha se encontraban un Jounin al parecer, y lo que reconoció como un ANBU, había leído sobre ellos, creados por Tobirama Senju, para la seguridad de su aldea. Y por último, un viejo con una pequeña barba en su mentando, un lunar en el ojo, y el cabello canoso levantado, este poseía una ropa más ostentosa, vestido con una túnica blanca y un gran sombrero, el cual, al leerlo, supo con quien estaba tratando. El tercer Hokage, Sarutobi Hiruzen.

Solo recordar su nombre le daba malestar.

"Despertó, joven niña." Saludó el Hokage.

"Me di cuenta, señor."

"Su nombre es..."

"Sakura." Dijo tajante.

"Sakura, bonito nombre, he yo de suponer que es por su peculiar cabellera."

"No lo sé, mis padres me nombraron así, tal vez debería ir a preguntarles."

"Una niña prepotente, ¿puedo saber que hacías a las afueras de la aldea a esas horas?"

Sakura suspiró, debía inventar alguna excusa rápidamente.

"Yo... mis padre murieron en un accidente, así que, eh, unos tíos ne acogieron, los Haruno, Kizashi Haruno y su esposa Mebuki, ellos pues, decidieron que debía vivir que ellos, pero escapé... no... no quiero otra familia aparte de la que tenia... no quiero reemplazarlos, ¿Cómo podría?" Intentó fingir tristeza, pero le era imposible fingirla cuando de verdad estaba triste. Las últimas palabras no fueron actuaras, fue si corazón traicionandola para delatarla de esa forma con su boca.

Arashi no SakuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora