Esa noche nuevamente no podía dormir. No fue únicamente las jaquecas que ese bicho rojo le dejo, aún seguía escuchando esa voz, esa maldita y horrible voz, la suya propia.
Esa desquiciada risa insoportable que lo desvelaba por la noche y lo hacía meditar frente al fuego con Jake de compania.
Obviamente como el hombre de hielo escucha todos los rumores, pero es lo que menos le importa, tiene que cuidar de sus hijos, es lo único que le queda ahora, pero a la vez debe mantenerse cuerdo frente a ellos; el es el adulto, es quien se preocupa y esa responsabilidad no debe caer sobre los niños.
Cuando miro por la ventana ya comenzaba a amanecer, Bar-Bar rebusnaba, en reemplazo de un gallo. Un poco más emocionado de que la noche ya no lo cubriera con su silencio, entonces las voces se habían ido.
Fue hasta la cocina para preparar el desayuno, siendo cuidadoso con la sopa en la olla. Sin embargo cuando termino su café ninguno de los niños desperto, aún dormian.
Dejando su taza fue al segundo piso hasta el cuarto de sus hijos. Ahí abrió la puerta y efectivamente dormian. Asique uno a uno se fueron despertando.
-niños, hora de levantarse-
Jay debia ir al mercado por unos cuantos productos y su padre debía quedarse para cortar la leña, pronto se acercaban las épocas frias de otoño e invierno, asique se ocupaba de cortar la leña.
Iba con una pequeña bolsa y una capucha que cubria su rostro, pero obviamente era reconocible para quien lo conocía. Debía conseguir zanahorias y cilantro; no era difícil y además tenía cosas para intercambiar.
Cuando llego al mercado se encontro con todos los sujetos que vestían con letreros, anteojos raros y esas cosas que siempre le parecio de locos.
Se acerco a los puestos, usaba una mascarilla que no resultaba extraña, después de todo aqui todos usaban lentes, máscaras y cosas que les diera alguna tonta personalidad; pero papá nunca fue esa clase, por ende ellos tampoco.
Al tener todo lo que necesitaba se marcho del mercado, no sin antes pasar por la biblioteca.
-te tardaste un poco mas- escucho que la voz le hablaba. Volteo para mirar a la pelirroja, a su amor juvenil, Destiny, oculta siempre de todos.
-lo siento, me mandaron por la comida. Cosas importantes...-
-lo se Jay, tranquilo. Te estoy bromenado. No podría enojarme por proteger a tu familia, eso es algo que me gusta de ti- abrazandolo con fuerza para terminar besandolo mientras se sonrojaban al unísono.
-¿pensaste en lo que te dije?- pregunto el joven rubio
-no puedo Jay-
-Si que puedes. Sabes que yo no te dejaré sola, mi padre no es un hombre que piense en la lealtad del clan. Podemos protegerte, puedo protegerte - le respondio mientras la joven se soltaba del abrazo, se separaba y volvía a mirar al lado oscuro del cuarto. Se sobo su brazo izquierdo pensando que ese era su más grande anhelo, pero siendo quien es, llevaria a su hogar al idiota de su padre.
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Hora de aventura - La nueva sopa
FanfictionEstamos en el mundo granja, un Finn perturbado por la corona, no entendió lo que vivió en tan poco tiempo con esa chica rubia, la gata y ese sujeto que hablaba inteligente. Un día, su aventurero hijo Jay, paseando con Destiny, se cruza con una mujer...