Capítulo 6: Mamá, lo siento.

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Pasando la semana, haciendo guardias por la noche mientras otras dormía comenzó a pensar muchísimo en lo que terminó por entender de sí misma.

Este sentimiento nunca lo sintio por nadie, ni siquiera por Sam, el único de su clan que ayudó a escapar como le contó a Finn, pero no le dijo su nombre; realmente esperaba que haberse cambiado por ese nombre en lugar de quedarse con el nombre de Keve (Susana=Kara) le hubiera ayudado a cambiar su vida. Por su parte su nombre nunca quiso cambiarlo, le gustaba, además de la poca imaginación que tenía, solo omitió su apellido y justificaba la falta de él con la historia de orfandad.

En esta ocasión, Jay fue con ella a hacer guardia. Su padre se negó, obviamente siendo peligroso que a los quince años se quedará la noche vigilando, aunque en la actitud del muchacho se notaba un cambio diferente.

Parecía que el muchacho ya no quería dejar solo a la familia, y esto no era un juego de niños por impresionar a una joven de la que se enamoró, el muchacho era intrépido, un aventurero nato pero también era capaz de dar su salud física por proteger a sus seres queridos, algo que parecía venir desde la placenta. Pero Fionna sabía que había algo más en este pequeño pedido que Jay hizo a su padre; era momento del adolecente de hacerle sus preguntas y pasar su examen.

— ¿Hay algo de lo que quieras hablar Jay? — preguntó Fionna al chico.

— ¿C-co...cómo va el entrenamiento con Des? — pregunto, la chica sabía perfectamente la situación, el muchacho esquiaba el tema 

— Va bien, pero creo que aminorará un poco por el frío, no quiero que ella se enferme. Pero quiero saber porque le pediste a tu padre venir conmigo — Respondió Fionna. Con ella no se podía jugar en estos sentidos, Jay realmente queria preguntar muchas cosas pero no era bueno ordenando los pensamientos de su cabeza — sabes...me sigo preguntando porque me ayudaste —

—¿Qué? — pregunto. Realmente este era un tema que tampoco se había cuestionado, porque simplemente hacía y luego pensaba, incluso Destiny le decía que a pesar de que este rasgo suyo era muy tierno era intrépido y muy poco seguro.

— Soy una desconocida con la que te tropezaste. No sabias si probablemente yo entraría a la casa de ustedes por la noche y los mataría, te arriesgaste mucho y hasta tu padre lo supo, estando a la defensiva muchos meses — Fionna colocaba el peor escenario en el muchacho quien solo sujetaba su daga mientras ella llevaba una ballesta cargada y usaba el carcaj con las flechas — Jay... —

—Si...—

— ¿Estás molesto por mi presencia en la vida de tu familia? — pregunto. Fionna se detuvo y miró al niño de frente. Jay estaba creciendo muy rápido, se notaba más alto y casi no tuvo que levantar la mirada para verla.

— Claro que no, estoy asustado, porque no te conozco — respondió — y normalmente lo que no conozco me trae consecuencias grandes —

— ¿Te refieres a lo de la joya ? —

— ¿Destiny te lo contó? —

— Yo le pedí que lo hiciera. Me encanta el romance, tú serás un gran esposo cuando crezcas — contestó la chica riendo. Había un árbol de raíces expuestas — Ven, tomemos un descanso y hablemos. Realmente no sirve tener intranquila la mente y hacer guardia — Fionna palmeo las raíces a su lado, Jay no tardó en seguirla y esta fue la primera vez en mucho tiempo que podía sentarse al lado de ella y sentir que tenía esta oportunidad de desahogarse del estos temas, como si fuera su mamá.

— ¿Tu familia... realmente te vendió a un clan? —

—No, yo era hija del clan directo, pero no fui tratada como parte de ellos —

Hora de aventura - La nueva sopaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora