Capítulo 5: Los sentimientos de Mamá

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Esta vez se levantaron solo Finn y Fionna más temprano que todos, ya que comenzaron a reparar las trampas. Sin embargo, esto fue un poco lento porque debió enseñarle algunas de las que había preparado, que tenían su propio ingenio.

— ¿Ves? Lo haces de este modo y ya te queda lista. Tengo varias de estas desperdigadas —

— Okey, puedes revisarlas y repararlas —

— Descuida, iremos a ver todas, tengo varias desperdigadas por esta zona, así que empieza por aquí— le pidió Finn. Se acercó a otra de las trampas y también estaba dañada, pero en este caso es peor, debía tirarla y hacer otra — si encuentras el hierro activado roto o torcido dímelo—

— Debemos rehacer esta también— contestó Fionna para ir a revisar otra trampa, sin embargo su movimiento hizo que la siguiente se activará. No le hizo daño, estaba a una distancia prudente, pero esa rama extensa que pisó activo está— rayos, lo siento...— Finn volteo a mirar cuando escucho el ruido de su trampa.

— Las que actives las reparas, asi aprenderas rapido — contesto el hombre sujetando esa trampa que estaba fallada. Decidió que las que vería las tomaría y las llevaria al taller, esas deberia reparar o volverlas a hacer.

— De acuerdo, n-no soy tan diestra con las trampas, pero...—

— No necesitas ser una genio para reparar las trampas. Además, yo te voy a ayudar a hacerlas, repararlas y colocarlas—

— Bien...— contestó y se fue a revisar otra, la cual estaba rota.

Caminaron por otra zona y Finn le explicó sobre otro tipo de trampas.

Para Fionna era algo ingenioso e increíble. La granja de Mertens no era un sitio cualquiera. Estaba claro que no había que ser un genio para entrar pero debías estar atento, ya que las trampas no tienen logica de colocación, simplemente estaban ahí para cualquier incauto que quisiera ingresar. Entre que él era conocido como el hombre de hielo y ahora ella se había plantado frente a Destino, dispuesta a aniquilar a todos los del clan sin titubeo de sus acciones, probablemente estas trampas no se activarian mucho, salvo por animales inocentes que caerían ahí.

— ¿Qué hay de los animales?¿ellos también caen en estas trampas? — pregunto Fionna caminando con Finn a la siguiente zona.

— Si. Si hay oportunidad trato de salvarlo, pero si no es posible le doy una final rápido —

— Una muerte piadosa — respondió la chica llegando al siguiente lugar. En ese ambos notaron lo claro — por aquí entraron —

— Mh — contestó Finn. Este alambre era el que estaba cercano al río que pasaba cerca de la granja y en él se notaban los cortes con alguna herramienta de corte. Todo esto lo lograron luego de mucho tiempo de vigilarlos, osea que conocían sus movimientos. Aún no estaban del todo seguros.

— Hay que revisar más los alambres de púas. Probablemente están corroídos o cortados —

— Tengo que conseguirlo — Fionna volteo a verlo y con un rostro sorprendido Finn le contesto — Tengo unos metros de alambre pero tal vez deberíamos reemplazar muchos metros. No recuerdo la última vez que vine para revisar los alambres —

— Alguna vez un integrante del clan desertó y se enamoró del hijo de tu peor rival? — pregunto la chica, inclinándose para ver otra trampa rota, está claramente intervenida.

— No —

La respuesta tan seca de Finn llamó la atención de Fionna. Se alarmó del estado de ánimo del hombre, probablemente no querría hablar de algo privado; tal vez de su esposa. Intento buscar en su cabeza otro tema, para esquivar un posible mal humor.

Hora de aventura - La nueva sopaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora