Capítulo 2: Una mamá que no es la original

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Amaneció con un día nublado por la lluvia de toda la noche; un gran día para cosechas matutinas, pero muy deprimente para algunos.

Aún había algunas gotas que caían y el dulce
ruido de ellas en el techo del granero era relajante, la incitaba a seguir durmiendo, de no ser por el burro de abajo.

— Oye...oye... — se asomó por el borde del segundo piso y lo llamó. El burro sin embargo le importaba muy poco su presencia y seguía rebuznando por el amanecer — Hey, muchacho, mírame...— pero el animal siguió ignorando — Bueno, de todos modos no te conozco...—

En eso, la puerta se abrió y dejó ver al niño rubio con un pan y leche en la mano.

—Buenos días Muchacho —

— Hola, ¿dormiste bien? — pregunto queriendo subir por la escalera pero Fionna bajó antes de que se molestara en subir.

— Muy bien. ¿Ya desayunaste o vienes aquí para comer junto a el burro? — Jay le dio el vaso y la barra de pan.

— De hecho debía darle de comer a Bar-Bar, pero él es muy inteligente y ya está
desayunando solo — contesto mientras la chica desayunaba y el burro también estaba comiendo. — Bueno, creo que si pudiste quedarte con nosotros. Eso es bueno —

— Hablando de eso, tu padre te dijo algo después de hablar conmigo? —

— Me dijo que si llego a traer a alguien más que sea un desconocido lo voy a conocer enojado...y me castigo por 1 mes sin ir a la ciudad...—

— ¿Te gusta acercarte a los problemas? — dijo Fionna entre risas.

— N-no, no es eso. Es que tengo a alguien importante en la ciudad y quiero ir y ayudarla —

Puso su mano en el hombro del nervioso niño y se agacho a su nivel.
C
— Es muy lindo lo que sientes, pero ten mucho cuidado. Si algo te pasa ¿qué ocurrirá con tu familia? y esa persona ya se considera tu familia—

—pero...es que...ella esta sola —

—Claro que no, estás pendiente de ella. Además te prohibió ir a la ciudad, no que se encuentren cerca de aquí. — le dijo al muchacho pero aún se veía preocupado.

— ¿Tu padre conoce a la chica? — Jay asintió — De acuerdo. Te debo una, arriesgaste el cuello por mi
asique te ayudo en esa "pequeña" travesura — le guiño un ojo y se reincorporo para terminar su vaso de leche.

— Veo que desayunaste. Estas lista? — Finn entro por la puerta con un hoz y varias cestas.

— Si, en que te ayudo —

— Necesito que cortes el césped y recojas algunas plantas que necesitamos, Luego ese pasto lo traerás al granero y se lo darás a Bartram —

—¿Bartram? — pregunto confundida mirándolo.

— Bar-Bar, el burro — la ayudó Jay señalando al animal.

— Okey...parece sencillo—

— Te tomará todo el dia — contesto Finn dándole las herramientas — Sígueme y no hables —

—Okey...— lo siguió pero antes de salir del granero le dijo a Jay — tu viejo es muy tosco — comentó entre risas.

Cuando llego a donde quería que ella cortara definitivamente le tomaría todo el día. Era una enorme extensión de tierra, un prado gigante de alimento para animales y un día de puro
trabajo para ella.

— Comienza a trabajar — Antes de marcharse se quiso dar la vuelta para mirarla y la encontró quitándose su remera azul oscuro y quedar solo con unas vendas en el pecho que servían de sujetador.

Hora de aventura - La nueva sopaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora