Capítulo 5

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Aunque no debíamos no significaba que no podíamos

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Aunque no debíamos no significaba que no podíamos. Era por eso que mientras ella me acariciaba la polla sobre el pantalón y yo acariciaba sus muslos posesivamente observábamos como de a poco Seojoon se quedaba igual de dormido que su hermano.

Siento como mi corazón se acelera y la adrenalina que recorre mi cuerpo parece no detenerse en lo absoluto y eso hace que la excitación aumente. Es la primera vez que voy a hacer algo así con mis hijos cerca y el que nos descubran me prende como no tenía una puta idea.

—¿Los acostamos en la habitación? -Susurra observando lo mismo que yo, mis hijos completamente dormidos, uno junto a otro.

—No, si los despertamos no van a volver a dormir. Tu y yo iremos a la habitación a probar lo que compraste.

—¿Estás seguro? -Entiendo su duda pero si a mi me vale una verga tener a mis hijos aquí a ella no debería de importarle una mierda.

—Voy a follarte -Mi voz sale ronca, me importa una mierda que me escuchen.

La tomo de la cintura, colocando su trasero a horcajadas de mi polla dura. El miedo y el fuego que hay en sus ojos me hace saber que debo seducirla un poco más para que mi propuesta sea bien aceptada pero, mierda lo único que quería era levantarme con ella, llevármela a la habitación y azotarla contra la cama.

—¿O no quieres?  ¿No quieres que me folle tu coño, mi amor? ¿No quieres que te coja con las cosas que compraste para nosotros? Mierda por que yo sí. Me imagino teniéndote en este momento sobre tus manos y rodillas, dándote por detrás hasta que mañana te sea imposible caminar -Susurro en su oído, su piel se ha erizado y sé que es por mi aliento acariciándole la piel sensible de su oreja.

Veo la llama flamear por sus ojos, mirándome ahora como si quisiera devorarme de un bocado y eso me hace arder, toda mi piel arde y quema por un toque suyo pero mis manos en su trasero pican, pican por que quiero tocar más allá, explorar y perderme en el paraíso que era el cuerpo de mi ángel pero mierda, ese no era el momento.

Por que me la iba a coger como a una perra y eso a ella le queda claro cuando nuestros labios se devoran con tal intensidad que nuestros cuerpos tiemblan y colisionan, a pesar de eso no sé como soy capaz de levantarme con ella en brazos y caminar en dirección a su habitación. 

En cuanto estamos allí ella se aleja de mi cuerpo y de mis labios, me quejo ligeramente e intento concentrarme en desabotonar mi camisa y no en su gran culo cuando me da la espalda pero cuando ángel pone en mi vista los juguetes que ha comprado me es difícil no querer cogermela con ropa allí mismo.

—Escoge -Me dice. La camisa de vestir cae a mis pies.

Hay un anillo vibrador, un vibrador en forma de pene (que es mucho más grande que el mio) y bolas anales. No lo pienso mucho por que sé exactamente lo que quiero hacer.

—El vibrador. Voy a metertelo hasta el útero.

Me sonríe.

Me vuelve loco.

Unholy|| KNJ (+18).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora