Todo se encuentra en silencio, el ambiente es tenso y sumamente asfixiante, por lo menos así lo siente el peliblanco, es la primera vez en mucho tiempo que se siente así de impotente, desde la muerte de la pequeña Riko el nunca sintió que necesitaba de alguien, siempre fue auto suficiente y sumamente independiente, pero está vez siente que ha comentido un grave error; en estos momentos piensa que lo mejor habría Sido reportar el paradero y existencia de TN al concejo, de esa forma ellos la habrían mantenido a salvó, pero el no quería llegar a esos extremos, hacerlo sería quitarle por completo su libertad y someterla a un mundo muy torcido y difícil donde tendría que sufrir mucho y ver morir a muchos compañeros tal como el lo hizo; no quería quitarle esa inocencia y bondad, su ignorancia es preciosa y le brindaba una vida pacífica y feliz; al parecer ella ya no podrá seguir viviendo así desde ahora que el decidió desvelar lo que realmente había pasado con ella.
-. Entonces... ¿Estás diciendo que todo esté tiempo supiste dónde se encontraba la elegida y no dijiste nada? - cuestiona Utahime. El suelta un suspiro.
-. No tenía seguridad de que fuese realmente ella, por eso la vigilaba para estar seguro, ahora que Geto la tiene, estoy seguro de que se trata de ella. - miente, claro que miente; no podría decir en voz alta que la razón de su silencio es el amor que siente por ella y su propio egoísmo de tenerla para el.
-. Esto es grave. Si Suguru logra obtener los poderes de la chica, será incluso más peligroso. - dice el anciano con preocupación. Todos asienten de acuerdo a sus palabras.
-. Debemos comenzar una búsqueda para encontrarla lo más pronto posible. Perder a una persona así no es una opción. - dice Mei Mei. Satoru se mantiene en silencio escuchando todas las opiniones de los demás sin estar de acuerdo en algunas de ellas. Odia que se refieran a ella como un activo y no como una persona que está en grave peligro.
-. Satoru. - le llama el anciano. El voltea a verle con un rostro sombrío.
-. ¿Que? " cuestiona con cansancio. Todos se habían dado cuenta de lo afectado que parecía el con la desaparición de la chica.
-. La chica será entrenada para convertirse en hechicera, una vez que la traigamos de vuelta tu serás el encargado de su protección y entrenamiento ¿Tienes algún problema con ello? - cuestiona con perspicacia. El le mira inexpresivo.
-. No tengo problema con ello. -dice con amargura..
-. Perfecto. Todos los hechiceros disponibles se encargarán de buscar a la chica. - dice. Todos se levantan Rápidamente para comenzar la búsqueda.
Satoru sale de la habitación con un rostro abatido. Se dirige hacia las instalaciones de la escuela y sin pensarlo mucho saca un cigarrillo para fumarlo, no es algo común para el hacer eso, pero se siente sobrepasado de emociones negativas. Suelta un suspiro.
-. ¿Compartes el fuego? - escucha una voz a sus espaldas y se encuentra con el rubio quien le mira con bastante curiosidad. Satoru le lanza el encendedor y el rubio rápidamente prende un cigarro también.
-. La última vez que te Vi fumar fue cuando el se fue. - comenta. Satoru le mira con una expresión indescriptible.
-. Lo sé. - dice con un suspiro. Nanami lo conoce bien, el es en si el único amigo cercano y de su juventud que aún posee además de Shoko. Nanami sabe que nada tiene que ver el regaño que recibió de parte del anciano, tiene que haber algo más que lo este molestando a tal punto que el sea capaz de transparentar de esa manera sus emociones. Nanami entonces comienza a unir cabos sueltos y no es muy fácil descubrir la verdadera razón se la actitud se Satoru..
-. Ella... Ella es la chica de la que estás enamorado ¿No es así? - cuestiona. El peliblanco suelta un suspiro y le mira.
-. Si. - responde secamente con un tono quedó y abatido.
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La tristeza en tus ojos {Satoru Gojo x TN}
FanfictionSatoru Gojo: el mejor hechicero de todo Japón, un mujeriego innato y sobre todo: un hombre que nunca había experimentado los sentimientos. un día conocerá a una chica que en poco tiempo va a convertirse en su mundo entero, pero quizás no sea lo suf...