Cacería.

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Luego de una semana en este nuevo mundo, hay cosas que me comienzan a disgustar, pero supongo que no tengo más opción que acostumbrarme. He leído sobre esto de las habilidades, y parece que no puedo deshacerme de mi "Flechazo" si no me la quita quien me la otorgó, es decir, esa ángel de mal carácter, por lo que tendré que aprender a vivir siendo un imán de mujeres. Y tampoco puedo adquirir otra nueva habilidad hasta subir de nivel, y para eso debo aumentar mi velocidad y destreza. Aunque por el momento, tengo más cosas de qué preocuparme. 

Justo ahora, sufro por la falta de dinero. Las misiones de recolección y construcción no pagan demasiado, pero para hacer misiones de cacería necesito algún arma, que cuesta dinero. Además de los gastos de la comida, cada mes deberé dejar un poco al gremio y comprar rocas de fuego para calentar el agua, ya que el señor Valsir opina que tomo demasiado baños. Pero al fin lo pensé, pediré ayuda a Vania para hacer una misión de cacería que pague más dinero.

—Vania, debo pedirte algo...

—¡Acepto! Me casaré contigo. 

—¡No! Necesito tu ayuda para cazar algún animal.

—Ah, está bien —dice con una sonrisa.

—No tengo mucha experiencia con armas, pero podría...

—No te preocupes, con mi vara de metal puedo noquear cualquier presa, pero el resto lo tendrás que hacer tú.

—Está bien, gracias por la ayuda. ¿Qué podríamos cazar? 

—En el gremio debe de haber misiones sencillas. 

Llegamos al lugar, la mujer nos saluda al entrar y Vania, como ya se volvió su costumbre, me agarra del brazo como protegiéndome celosamente. 

—Buen día chicas.

—Buen día. Hoy venimos por una misión de caza ¿Nos podría recomendar una sencilla? 

—Excelente, preciosa, claro que sí. Veamos, debe haber algo para comenzar... Pueden atrapar ratones voladores, cazar un topo gigante, un venado de 6 astas o matar a los lagartos pegajosos.

—¿Cuál es mejor, Vania? 

—Hum... —toma las hojas de las misiones y las observa con atención, sin soltarme del brazo—, los ratones son muy escurridizos, aún con mi velocidad es difícil. El topo necesita trampas y el venado puede ser difícil de encontrar. Creo que los lagartos... Ah, están en el gremio de ladrones, será mejor no ir cerca de ahí. Escogemos cazar al venado.

—Buena elección chicas. Suerte en su misión —dice despidiéndonos con la mano.

Confío ciegamente en la decisión de Vania, y vamos juntas al Bosque del cuervo asustadizo.

—¿Cómo se caza uno de esos venados? —pregunto al llegar allí.

—Una de nosotras debe asustarlo, esa tendrás que ser tú. El venado comenzará a correr yo lo alcanzaré de frente y lo golpearé en la cabeza. Luego lo matas con tu cuchillo.

Hace cuatro días compré un pequeño cuchillo para cortar mejor las plantas y para defenderme. Me pregunto si servirá para cortar carne, aunque la idea de cortar un animal con mis manos es algo...

—¿Y por qué debo asustarlo?  ¿Y si lo golpeas de una vez? 

—Debe estar distraído, o te puede atacar con las astas. Y lo mejor es mientras está corriendo.

—¿Ya habías cazado uno antes?

—No, jamás. ¡Por eso es tan emocionante venir de cacería contigo! 

YurisekaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora