0.3
La vida de una secretaria, un día lluvioso y un nuevo integrante—ah...— se estiró en su silla. Su turno estaba por terminar. Y ese día se sentía un poco más pesado que de costumbre. Haruno había tenido su día de descanso y Yosano había salido de compras. Era ya la única que quedaba en las oficinas más los detectives.
Suspirando con cansancio se levantó y tomó un montón de hojas ya organizadas. Salió de las oficinas de las secretarias y fue a la Gran sala de escritorios de los detectives.
Dazai estaba recostado por ahí tarareando canciones con letras relacionadas con el suicidio.
Ranpo masticaba sus botanas.
Y por último sentado en su escritorio, recto como siempre. Kunikida tecleaba con rapidez intentando terminar todos los informes que se le estaban amontonando.
—Kunikida-san— exhalo cuándo por fin pudo soltar ese montón de papeles — esto es suyo. El presidente pidió que se terminará de organizar los informes de la misión del lunes para antes del sabado— le sonrió cuándo la miró molesto.
—tch ¡Dazai! ¡muévete y termina tu parte del informe!— le gritó sin siquiera querer verlo.
—también hay algunos que son de su última misión con el señor Katai— sacó de entre las hojas un montón y se lo mostró.
—gracias, señorita Huǒ zhī—kunikida se levantó los lentes, se talló la cara y luego continuó con su trabajo.
—¡oii!— la voz chillona de Ranpo la detuvo de volver a su escritorio —¿me sacas la canica?— movió su botella de un lado a otro.
—sip— se acercó a tomarla y cómo Haruno le había enseñado sacó sin problemas la canica y se la fue a entregar a Ranpo.
—graciaaAs— el detective se quedó embobado mirando la brillante canica.
—oh... ¿sabe donde esta el presidente?— le preguntó a Dazai justo antes de terminar de irse. Había recordado que necesitaba hablar con él.
—noup... pero ¡puedes hablar con Kunikida-kuun él es el segundo al mando!— se burlo del rubio sentándose de forma correcta en el sillón.
—¿no sabes cuándo volvera?— volvió a preguntar.
—lo siento. Sé que soy tan brillante que vienes a consultarme a mi...— era tan dramático — ¡pero! Lamento desilusionarte al no tener ni idea— se dejó caer con una mano sobre su rostro.
—ell presiyente jue a uña aldia por que kubo uña iñundacion— Ranpo habló metiéndose un dulce a la boca. No se le entendía muy bien lo que decía. Pero ey! Estaba siendo tan amable al responderte. Raro en él.
—oh vaya— la pelinegra se lamentó.
Estaba a punto de contestar. Pero la puerta se abrió y el sonido de unos conocidos tacones hizo eco en la agencia. Todos se vieron entre sí antes de escapar.
Amaban y respetaban a la mujer, pero. Realmente no querían entrometerse, menos si había tenido algún altercado en su salida.—¡¿quien tiene un hueso roto o le falta una extremidad?! — se planto en medio de los escritorios, viendo para todos lados. Buscando a alguna buena víctima.
Sólo chasqueo la lengua muy molesta soltando un—aburridos— dándose la vuelta y llendo a su consultorio con algunas bolsas en uno de sus brazos.Dazai al estar cerca de Huā la pesco y se escondieron en el cuarto de las secretarias. Ranpo se escondió debajo de su escritorio y Kunikida había huido al pequeño cuarto de recepción.
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dragon curse--- BSD fanfic.
Fiksi PenggemarFue la maldición del dragón la que me trajo hasta aqui, pero no me arrepiento de nada pediria que la maldición me regrese aqui en cada una de mis vidas.