Detrás De Tu Sonrisa - Zosan

Capítulo 10

"Repítelo otra vez", dijo Nami, con los ojos muy abiertos y sacudiendo la cabeza porque no podía creer lo que Zoro acababa de decirle. Zoro estaba de un humor horrible desde que se dio cuenta de su error cuando se trataba de Sanji. Cuando se dio cuenta de lo que Sanji estaba a punto de decirle, se adelantó y arruinó todo por completo. Zoro todavia no estaba muy seguro de lo que sentia por Sanji - si habia algo mas en sus sentimientos que solo atracción - pero era muy consciente de lo capullo que resulto ser.

Hizo que pareciera que sólo quería meterse en los pantalones de Sanji y ni siquiera tuvo en cuenta los sentimientos del otro. En absoluto. Y cuando se dio cuenta de que Sanji básicamente había salido con él en ese entonces... quería golpearse la cabeza contra una pared dura repetidamente. Cómo pudo haber sido tan estúpido. ¡¿En serio?!

Zoro sólo oyó lo que quería oír - que Sanji sentía algo por él. Lo cual estaba bien en sí, pero cuando añadió todas las demás capas a eso... supo que era mucho, mucho más que eso. Fue egoísta entonces y se sintió horrible por ello. Fue uno de los raros momentos en que Zoro ni siquiera intentó argumentar que estaba equivocado. Sabía que lo que había hecho estaba mal, pero no sabía cómo disculparse ante Sanji. El cocinero probablemente ni siquiera estaría interesado en escuchar sus disculpas, de todos modos.

Sanji le dijo que se mantuviera alejado a partir de ahora y Zoro lo estaba haciendo, ya que no quería cabrear más al otro, pero aún así no le dejaba en paz. Se sentía fatal, quería que Sanji lo supiera. Era molesto que ni siquiera tuviera su número de teléfono. Debería habérselo pedido hace tiempo, haría las cosas mucho más fáciles. Pero no lo tenía y eso complicaba las cosas, puso los ojos en blanco y se estremeció al ver la expresión de Nami. Parecía enfadada y Zoro parpadeó un par de veces, juntando las manos y sonrió torpemente.

"¿Repetir otra vez qué?" preguntó Zoro con dolorosa lentitud y Nami cruzó los brazos sobre el pecho y negó con la cabeza. Tenía que estar bromeando, ¿no?

Cuando Zoro le contó lo que hizo cuando Sanji le dijo lo que sentía por él... la cabreó. Zoro podía ser realmente insensible a veces sin siquiera querer serlo. Incluso si eso era cierto, él debería haberlo sabido mejor, especialmente cuando se trataba de un tema tan delicado, y ella puso los ojos en blanco.

"Sanji se abrió a ti", dijo Nami lentamente y Zoro asintió. Hablaba despacio y con calma, pero él se daba cuenta de que estaba enfadada. Su voz era mucho más grave de lo habitual y fría. Se esforzaba al máximo por mantener la calma. "¿Y qué le has dicho?" siseó, Zoro se estremeció y tragó saliva cuando la miró a los ojos. Sus ojos eran oscuros, le estaban mirando el alma, y aunque él era el todopoderoso espadachín, fuerte e intrépido, se sentía pequeño. Se sentía pequeño cuando miraba a Nami a los ojos y se hacía cada vez más pequeño, tragó saliva de nuevo y abrió la boca para decir algo.

"La he cagado, ¿vale?"

"Sí, sí lo hiciste", dijo Nami y suspiró en voz baja, apoyándose en la silla y negó con la cabeza. "Quiero decir que sé que puedes ser insensible aunque no quieras, pero ¡¿en serio?! ¿En qué estabas pensando?" preguntó Nami y Zoro bajó la mirada y se encogió de hombros.

"No lo estaba", dijo Zoro y luego juntó las manos en su regazo. Nami pudo ver que las manos de Zoro temblaban un poco. Estaba nervioso, después de todo, y ella ladeó la cabeza.

"Ni siquiera estaba seguro de que al cocinero le gustaran los chicos, así que cuando me lo dijo, me pilló desprevenido", dijo y se encogió de hombros. "No le di mucha importancia, ¿vale?", espetó Zoro y Nami se fue calmando un poco porque se daba cuenta de que Zoro se sentía fatal por ello. "El cocinero no parece de los que se comprometen en serio, así que pensé que no le importaría... que no importaría", dijo Zoro y se pasó los dedos por el pelo de la frustración e inclinó la cabeza hacia abajo.