𝐋𝐚𝐛𝐢𝐨𝐬 𝐑𝐨𝐭𝐨𝐬. 𝐋𝐚𝐫𝐢𝐬𝐬𝐚 𝐖𝐞𝐞𝐦𝐬 (Pausada)

𝐂𝐡𝐚𝐩𝐭𝐞𝐫 𝐈𝐕

—¿Estás segura que no quieres venir conmi- con nosotros? — Weems te pregunta por tercera vez en el día. Te dolía el corazón tener que rechazarla nuevamente pero tenías asuntos más importantes por hacer.

—Me encantaría pero le prometí a Evelyn que iría a la biblioteca — Weems hace una mueca al oírte hablar de la bibliotecaria. Ríes por su reacción — más tarde me encuentro contigo.

—Muy bien, ve con cuidado — ella se inclina y te da un beso en la mejilla y con gusto le regresaste el gesto.

Ambas toman rumbos diferentes, Weems no te quitó la vista de encima hasta que ya no pudo verte más. Caminaste un poco más hasta llegar a la biblioteca de Jericó, entraste silenciosamente y observabas a la gente que leía en silencio, los empleados acomodando pilas de libros con esos carritos pequeños. 

Habiendo recorrido media biblioteca y sabiendo su lugar de trabajo, no la viste. Vacilaste en preguntar a la recepcionista pero te atreviste a hacerlo, tenías que saciar tu curiosidad.

—Emm — te aclaras la garganta para llamar su atención y ella sube la mirada del libro que sostenía para ponerte atención — ¿la señorita Jones no vino a trabajar?

—La información que busca no me es posible proporcionarla — entendiste perfectamente eso, pero estabas desesperada. Pudiste observar como apretaba el libro demasiado fuerte como para que sus dedos se pusieran blancos, aunque no sabías si le molestó tu pregunta o fue otra cosa — ¿algo más en que pueda ayudarte?

—No, gracias — saliste de la biblioteca mordiendo tus uñas. Si la primera opción no funcionó era momento del plan B.

☤

A lo lejos podías ver una pequeña casa, el pasto al rededor era inmenso que apenas la habías visto. Te había tomado al rededor de 30 minutos a pie llegar a la pequeña casa del campo, la pequeña casa de Evelyn. Y, realmente estabas nerviosa, era tu primera vez en ir allí y las circunstancias no eran las mejores ¿Qué habrá pasado con ella?

Mientras te habías perdido en tus pensamientos llegaste a la puerta principal. Podías oír disturbios dentro como un caos, muchas voces chirriantes y cosas lanzadas, tal vez le era difícil a Evelyn tener seis hermanos. Tocaste el timbre mientras tenías la esperanza de que alguien pudiera escucharlo, y así fue. Una chica de al menos 17 años abrió la puerta.

—¿Si? — ella pregunta, analizándote de arriba a abajo.

—¿Evelyn se encuentra en casa? — ella parece haber recordado algo así que tomó la palabra.

—¿Eres la amiga enfermera de mi hermana? — asentiste y la niña te dejó pasar, te arrastró por toda la casa hasta encontrar las escaleras y obligarte a subir — ¡si eres enfermera! ¿puedes ayudar a mi hermana? — notaste el cambio en su voz, sentías que algo iba muy mal.

—¿Claro? ¿Está enferma?

—Será mejor que le preguntes tu misma... Ella se niega a hablar conmigo y con Olivia, creo que la has visto como recepcionista en la biblioteca, supongo...

La chica te dejó frente una puerta de madera oscura con el letrero "Evelyn" la letra se veía torcida y mal hecha, bueno la mayoría de las puertas tenía uno similar, sus hermanos menores definitivamente habían hecho eso.

—Adelante, ella debe estar dentro. Fue un gusto conocerte, por cierto, mi nombre es Ava.

Le das una sonrisa a la joven y ella se va, dejándote sola. Pensaste mucho en si tocar o no, pero ya estabas ahí y no había marcha atrás. Tocaste la puerta con algo de nervios pero a los segundos escuchaste un "adelante" y entraste cerrando la puerta detrás de ti.