acompañarlo

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Estaba sentado solo en la plaza esperando a su padre ya que prometió que esta vez lo iría a buscar para llevarlo a su casa

- aún no viene y hace frío ¿se abra olvidado? - ya era la segunda vez en la semana en la cual se olvidaba de él - bueno, iré caminando supongo - se levantó desanimado, pero al escuchar una voz inmediatamente sonrió

- ¡Oye niñato! - se paró a su lado - ¿te estabas por ir? - lo miro a los ojos haciendo que Tomás se ponga nervioso

- Amh eso tenía planeado ¿por? - lo miro con una cálida sonrisa

- ¿Solo? ¿No querés que te acompañe? - cayo de que perdió su personaje - solo quiero ser amable niñato - miro hacia otro lado haciendo que el otro sienta ternura y se acercará

- mi padre me mataría si algún hombre me lleva a mi casa - le dio un pequeño beso en el cachete haciendo que ese mismo se ponga de un color rojizo

- ¿Por qué lo haría? - pregunto rápido

- Es que - suspiró, no quería perder a su nuevo amigo por lo que iba a decir, pero se sentía en confianza - yo soy gay y el ya se enteró, el no tiene problema, pero si llevo a alguien espera que sea cuando sea más grande o a escondidas - miro al piso avergonzado, el otro a su contrario soltó una pequeña risita

- Podemos decir que somos amigos - le sonrió suavemente

- gracias - le tomó la mano y empezó a caminar

- no es nada, pero ¡camina lento niñato! - le intentaba seguir el ritmo mientras el otro solo se apuraba más

Una vez llegaron a la casa de Tomás, Ivan estaba muy confundido, esta era pequeña, no era la mejor, pero se veía bien

- bueno, yo me retiro, gracias por acompañarme - le sonrió y entró, rápidamente lo recibieron un chico adolescente y un niño bastante mas chico a simple vista, Iván supuso que eran sus hermanos, se dio vuelta y se retiró

- ¡una manzana! -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora