- ¡una manzana! -

corazón

- ¡Hola! ¡buenos días! - lo saludo con un beso en el cachete y un abrazo, no se animaban a los besos en frente de la gente

- buenos días Ivi - le sonrió suavemente y se sentó en el borde de aquella fuente - ¿cómo estas? - le dedico una mirada reconfortante

- todo bien ¿vos? - se sentó a su lado y apoyó su mano encima de la del otro, rápidamente sus dedos se entrelazaron

- muy bien y me alegro - apoyo su cabeza en su hombro

Luego de unos minutos estaban corriendo por toda aquella plaza, corrían de un lado y otro hasta que sin querer hasta que el mayor de ambos chocó con un hombre, cayendo al piso, quedando sentado y aturdido, verdaderamente debería ponerse sus lentes

Se levantó rápidamente como si el piso le quemará

- ¡lo siento! ¡no lo he visto! - rápidamente hizo una reverencia, ya que le habían enseñado que así debía disculparse con sus mayores, el mayor de los tres solo solto una risa

- no te preocupes pequeño - lentamente se paró bien, Dios, se arrepentía, su cara le provocó miedo, era muy seria, el mayor le revolvió sus cabellos y al ver que se acercaba un niño más alto que el otro se alejó

- ¿es tu hermano? - pregunto el mayor al ver como los dos niños se tomaban de la mano

- no - respondió el más alto

- ¿amigos entonces? - los miro - si son pareja pueden decírmelo, yo no diré nada

- señor váyase por favor, solo somos amigos - pidió el más bajo de los tres

- si señor - le dio la razón Iván mientras poco a poco se alejaban

El señor solo reia suavemente y se retiró con una caminata despreocupada

Luego de eso su día continuó muy normal

- bueno Tomi, yo me tengo que ir - Tomás se apresuró a preguntarle algo

- Ivi, corazón ¿puedo quedarme en tu casa? - lo miro de una forma la cual daba demasiada ternura como para negarse

- espera ¿me dijiste corazón? Y obvio que podes venir - un leve sonrojo apareció en sus mejillas y tomados de la mano encaminaron hacia la cada del más alto