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"¿Te encuentras bien?"
Olvidé que no sabía que lo estaba observando, pero sentía la necesidad de preguntárselo. Me miró y con una mano buscó sobre una mesa cualquier cosa para defenderse. Al instante, me apuntó con una cuchara. Hacia ella desvió su mirada y, decepcionado, maldijo algo en francés.
Tiró la cuchara al suelo e intentó cubrirse el rostro como podía, pero con esos brazos tan cortos era difícil. "¡No me hagas daño!" Lloró como si fuera un niño.
"No voy a hacerte nada malo. Yo... me llamo T/N." Extendí mi mano. Él la miró temblando y no hizo nada.
"S-sa-salvatore."
"Te queda bien el nombre." Sonreí.
"Gracias, eso dice siempre Duque." Permaneció un rato callado escaneando mi ropa. "¿Qué... Qué haces aquí?"
La miré y vi varias manchas verdes.
"Necesito algo, aunque no sé exactamente..." Se acercó un poco para darme un trapo limpio pero prefirió lanzármelo.
"¿Sal?"
"No."
"¿Pan?"
"No.'' Comencé a limpiarme los pantalones. ''Es un objeto que te dio Miranda."
"¿El qué?"
Antes de responder oí un ligero sonido desde el suelo. Cerca de la pared vi algo moverse. Parecía un tubérculo o la raíz de algún vegetal dentro de una maceta. Custodiaba algo que brillaba y era morado. Dejé el trapo a un lado.
"No puede ser. ¡Está ahí!"
"¿Quién, Mihai?"
Me agaché e intenté cogerla. Me temblaba la mano pensando en si me atacaría el bicho o su dueño. Cuando ya la tenía, se la mostré. "La espinela." La contemplé como si fuera el anillo de Sauron y, cuando se disipó mi <<momento fantasía>>, volví a mirar esa raíz llamada Mihai. "¿Eso tiene nombre?"
"¡Vaya! Creía que era una caquita de Mihai."
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INVIERNO DE SOMBRAS
General FictionT/N lleva años viajando de un lugar a otro. Cansada de tanto movimiento, decide asentarse en un lugar tranquilo y viaja a la aldea más turbia. Debe combatir el dolor que le produjo perder lo que amaba y el miedo a revivir lo que pasó en Valdelobos...