𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟐𝟓

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- ¿Quieres entrar para mostrarle a tu novio Las Casualonas? - cuestionó riendo el pelirrojo con acento francés

El mexicano rió - Pues si, ¿no?, que sepa cómo nos divertimos por aquí - buscó la mano del brasileño y la tomó con nerviosismo - Ándale, danos chance - sonrió mientras a Cellbit se le subían los colores a la cara

- Está bien, pasen - hizo un ademán indicando la entrada algo oscura del club, Shadoune detuvo a Roier del hombro - Ten, léelo cuando estés solo - recordó y le entregó una carta a Roier

Roier miró con sorpresa el sobre y asintió para seguir su camino con Cellbit. Shadoune los vió alejarse, preguntándose en como reaccionaría Spreen al saber que Roier estaba investigando a la Federación...

Probablemente se burle diciendo que Roier no tiene las pelotas para infiltrarse de primera mano en la Federación y en su lugar buscar en Las Casualonas.

- La música está muito alta - habló Cellbit en un híbrido de español y portugués

- Se escucha que el ambiente está chido, ¿Sabes exactamente a quien vamos a vigilar? - cuestionó mientras avanzaban, varias personas salían con chicas cariñosas agarradas de sus antebrazos, riendo con ellos

Cellbit vió a Roier con cierto sabor agridulce dentro suyo. Hay cierto amigo de Roier que desde que lo vió supo que entre él y su chico solo se hacía una neurona; Quackity.

Quackity era alguien agradable, no iba mentir, pero tampoco iba a mentir en decir que sentía una cantidad impresionante de celos cuando coqueteaba de chill con Roier.

Al empezar con el plan Forever le contó que Quackity tiene un gemelo (o una doble personalidad, que es la teoría que Cellbit apoya) que trabaja para La Federación, a veces se le veía por Las Casualonas y hoy probarían suerte para ver si lo encontraban, ya que este siempre llevaba un portafolio con información sobre las contraseñas y demás de La Federación.

Ahora bien, no sabía cómo decirle a Roier que intentarían robarle a su amigo con otras personalidades.

- Ya sabrás, tú vas a ser a distração - le dijo en su portuñol al que Roier ya estaba tan acostumbrado para restarle importancia

- ¿Osea que vine de tu pinche payasito nada más para que yo sea la distracción? - bromeó

- Sim - dijo antes de entrar Cellbit al antro

La música estaba alta, había mucha gente bailando y tomando. Fue demasiado fácil vislumbrar la característica gorra azul de Quackity, solo que está vez tenía un semblante serio y usaba lentes de sol negros, incluso dentro del club.

Algo un poco ridículo a decir verdad. El pelinegro estaba sentado en una de las bancas que estaban frente de la barra del bar. Era vital comenzar con el plan.

Cellbit de inmediato tomó a Roier de los hombros. - Roier, eu preciso que empieces la distracción - se le acercó y le habló en un tono algo alto para que lo escuchara

Las mejillas de Roier se tiñeron al ver la cercanía a la que estaban y solo asintió obediente. Tal vez tenía una ligera idea de cuál podría ser su distracción, y sabía exactamente con quién podía ir.

 Tal vez tenía una ligera idea de cuál podría ser su distracción, y sabía exactamente con quién podía ir

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