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Apoyó la mitad de su cuerpo en el marco de la puerta para observar la habitación, el haz de luz que provenía del baño bañaba una sección de la cama tal en la que solo una parte del cuerpo de Sexual Writer era iluminado. Desde sus pectorales hacia arriba estaba oscuro, si tan solo abriera más la puerta podría ver su rostro y salir de dudas.

Meneó la cabeza, sus manos estaban secas así que podría apagar la luz del baño y seguir durmiendo, pero ver el cuerpo de ese hombre iluminado, observar su piel blanca con como parte de su cuerpo subía y bajaba en la respiración no hizo más que encenderlo.

Dejó todo a oscuras, cerró la puerta y caminó lentamente hacia la cama, eran las 4 de la madrugada, su padre creía que estaba con Komanche y Komanche no tenía idea donde realmente estaba metido, pero ahora que podía oler el perfume de ese hombre, cualquier arrepentimiento salía escabulléndose hacia el pasillo del lujoso hotel.

Subió lentamente para abrazar la almohada y seguir durmiendo, quizás después de unos minutos lo estaba logrando pero el contacto de unos labios en su cuello jodió su cerebro.

—Señor...

—Shhh.

Los brazos de ese hombre lo rodearon por la cintura y con los pulgares acarició los costados de su vientre lentamente, era como estar en la posición "cucharita" pero de una forma más pasional.

Gimió con un tono casi ahogado y muy bajo, las manos de Sexual Writer sostuvieron su ropa interior y con una calma detestable lo descendió por sus piernas hasta hacerlo perder entre las sábanas. Estaba expuesto y no le importaba en absoluto.

Jadeó—. Se... ¿Señor?

—Lindo, te desafío a no hacer ruido— Susurró contra su piel antes de darle pequeños mordiscos y a succionar su carne—. Si lo logras, te ganas una recompensa.

¿Qué clase de mala broma era esa? ¿No hacer ruidos? ¿Acaso creía que no tenía terminaciones nerviosas que rogaban ser estimuladas de forma repetitiva?

Ansioso por averiguar que recompensa era aquella, hundió el rostro en la almohada, no tenía ninguna venda puesta, todo era mucho más cómodo pero de nada sirvió la comodidad cuando percibió algo caliente, duro y un poco húmedo jugar en la parte baja de su entrepierna.

Mordió sus labios, no quería gemir, no quería hacerlo pero el contacto caliente se esparció desde la zona de sus testículos hacia atrás, atravesando con diablura cerca de su apertura trasera. Tembló por instinto, le dolía el ano, que caso tenía con mentir, pero se sentía enfermo pensando lo mucho que le había gustado tener dolor mezclado con placer.

—Levanta tu pierna, hermoso.

Su pierna derecha se elevó un poco más para darle mayor acceso a donde quería entrar, esta vez no usó de sus dedos, solo usó su propio glande para acariciarlo una y otra vez para que estuviese más receptivo.
 
No tenía que jadear, gemir o chillar, su cabeza se movía inquieta en la almohada para lograr el objetivo, pero perdió la batalla en el momento preciso en el que el miembro erecto de aquel apolíneo empezó a entrar—. A-Ahh..

Los dedos de sus pies se retorcieron, abrazó la almohada completamente y curvó aún más su colita para que Sexual Writer dispusiera de ella tanto como quisiera. Joder, el cómo empezó a penetrarlo fue exquisito, no era salvaje ni avasallador, con lentitud movía la cadera para que cada roce caliente fuera mayor.

Quiso sostener su propio pene para masturbarse pero la mano de su escritor favorito fue más rápida, era tan grande y tan cálida que la fuerza de su agarre era deliciosa, la textura de su pulgar jugando con la punta húmeda y toda la cabeza era simplemente enloquecedora

𝘚𝘦𝘹𝘶𝘢𝘭 𝘞𝘳𝘪𝘵𝘦𝘳 !¡ 𝘙𝘶𝘣𝘊𝘬𝘪𝘵𝘺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora