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Sabiendo la gran dificultad que podía tener Quackity para salir del departamento solo, Daniela decidió que la mejor manera de poder tener esta "cita" sería esperándolo en el hall del edificio cerca donde el conserje anotaba la entrada de personas nuevas a los hogares.

Su madre sabía que se reuniría con su hijo y la emoción la embargaba, no había si quiera un atisbo de celos en sus pensamientos, todo por el contrario ¡Estaba alegre que su hijo tuviera iniciativa con una persona ajena a su círculo familiar y de amistad!

La muchacha sentía la mirada del conserje sobre ella o cualquier persona que entraba o salía por el hall, no se sentía incómoda porque estaba acostumbrada pero para Quackity que ya había salido del elevador y estaba parado a unos escasos metros, solo podía pensar lo molesto que sería si estuviera en su lugar aunque ¿Podía culparlos? No sueles ver todos los días a una mujer que parece una modelo escandinava.

Señorita Clark, hola.

La aludida sonrió con los labios sellados y enternecida en extremo por como las mejillas del muchacho estaban sonrojadas, esto no debía ser fácil para él, por supuesto haría las cosas de una manera tal en la que no se "arrepintiera" de esta cita.

Solo dime Daniela así me ayudas a sentirme más joven— Le guiñó un ojo antes de caminar juntos hacia la salida, ambos estaban envueltos en abrigos gruesos.

Necesito que me ayudes a conseguir algunos regalos para navidad.

Era imposible que se negara a semejante petición cuando se lo había dicho con tanta calma mientras entraban a un centro comercial. Tragó saliva y asintió, sus ojos se fueron al frente notando el cúmulo de personas que caminaban de una dirección a otra.

Quiso disimular que no estaba ansioso o que se secaba el sudor de la frente con el dorso de la mano, pero había fallado en el intento, segundos después de aquello el abrazo de Daniela lo envolvió desde el lado derecho de su cuerpo y por extraño que pareciera se sintió tranquilo con ello.

Recuerda que estoy aquí para ayudarte también.

Asintió y devolvió el abrazo.

Cualquier persona que los veía pensaba que eran una pareja de novios, sin embargo, no tenían idea de que la rubia de ojos claros lo estaba protegiendo de su fobia social o que se llevaban por 14 años de diferencia.

Las luces blancas, las cintas rojas, el centro comercial estaba decorado de manera idílica y Quackity se concentró en esos detalles mientras caminaban tal cual su psicólogo se lo había enseñado. Funcionaba, el calor de Daniela y la decoración desviaron cualquier pensamiento negativo y por primera vez en esta salida estaba disfrutando de pasear a su lado.

¿Qué busca para regalar y... y para quién?

Quiero "regolorle" algo a tu madre— Su español se tropezó un poco, lo hizo sonreír—. Pero no encuentro una librería.

Creo que acabo de ver una en el tercer piso.

Si algo se sabía de su madre era que además de amar la fotografía, era amante de la literatura y que cualquier historia con la capacidad de sumergirla sin importar el género, tenía el potencial de convertirse en su favorita, sobre todo las de temática futuristas o ambientadas en algún tipo de guerra del siglo pasado.

𝘚𝘦𝘹𝘶𝘢𝘭 𝘞𝘳𝘪𝘵𝘦𝘳 !¡ 𝘙𝘶𝘣𝘊𝘬𝘪𝘵𝘺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora