Capítulo 1: El Comienzo

48 2 0
                                    


Capítulo 1: El Comienzo


Respiración agitada y un sudor frío recorría mi cuerpo esa noche. Una pesadilla de la cual me sacudió desde lo más profundo de mi ser. Toqué mi cicatriz un momento sintiendo como me quemaba...

Miré hacia un lado de la cama encontrándome a una Ginny durmiendo plácidamente. Suspiré, mientras me levantaba de la cama en busca de un vaso con agua. 

Salí de la madriguera, respirando un poco de aire fresco. Últimamente sentía que me ahogaba. Una sensación en el pecho que no tenía desde... Desde la batalla final con Lord Voldemort. Y de eso hace ya cinco años. 

A veces me encuentro pensando en todo lo que pasó, desde ese entonces. Habían cambiado muchas cosas. Una de ellas era, que la profesora Minerva McGonall era la nueva directora de Hogwarts. Eso nos emocionó a todos... Sonreí recordando el nombramiento. Aún me costaba asimilar que todo estaba en paz, que cada día que pasaba era un nuevo comienzo para todos aquellos que la batalla les quitó algo. Murieron muchas personas que amaba. Pero hoy puedo liberar un poco de esa carga en mi espalda sabiendo que no solo murieron salvándome, si no también para un mejor presente para sus familias.

Miré al cielo observando las estrellas que había esa noche. Hoy se veían muy brillantes.

— Veo que no soy el único con insomnio. — giré mi rostro encontrándome a mi querido Rubeus Hagrid. Sonreí al instante.—

— Salí a tomar un poco de aire. 

— Si, yo también. A parte ha sido una noche con bastantes emociones. — dijo sonriendo.—

— Si, así es. — miré de nuevo el cielo.—

Esta noche Ron le había pedido matrimonio a Hermione. El mismo día que me había casado con Ginny, hace un año. Hoy fue un día con una doble celebración.

— Recordé lo que me dijo Dumbledore, una vez... — dijo Hagrid acercándose a mi. — Hay que amar cada día. Porque de eso uno jamás se arrepiente. Pero si de esconderlo. — fruncí el ceño al escucharlo.—

— ¿A qué te refieres, Hagrid? 

— A nada, cosas mías... — dijo riéndose. — Voy adentro, hasta mañana.—

— Hasta mañana.

Minutos después, entré yo también. Subí las escaleras hasta la habitación que compartíamos Ginny y yo. 

Dejé las gafas en la mesa para después recostarme junto a ella. Se dio la vuelva y apoyó su cara en mi pecho.

— Te eché de menos... La cama se siente vacía si no estás aquí. — sonreí besando su frente.—

A la mañana siguiente, bajé a desayunar con toda la familia. Sonreí viéndolos a todos.

— Buenos días, amor. — se acercó Ginny dándome un suave beso tendiéndome una taza de café. —

Los señores Granger junto con Hermione, Ron y Hagrid fueron a llevarlos de regreso a su casa. Me hubiera gustado despedirme, pero se habían ido desde muy temprano.

— ¿Me acompañas un momento a la biblioteca, Harry? — dijo Arthur acercándose a mi. —

— Si, claro. — dio una palmada en mi hombro mientras lo seguía. — ¿Pasa algo? 

— Ginny me ha dicho que últimamente no has podido dormir muy bien... Sabes que te quiero como a un hijo. Puedes contar conmigo para lo que sea. — dijo sonriendo levemente.—

— Hace un tiempo que estoy teniendo pesadillas... — suspiré. — 

— Se acerca la fecha de la batalla final. Tú cuerpo lo está recordando con más intensidad. — suspiré. — Pero hay algo más, ¿no? — asentí.—

— En las pesadillas veo a un hombre que desconozco... — pasé la mano por mi frente. — Y arde más que nunca mi cicatriz. — negué. — Quizás me esté volviendo loco y si tiene que ver con la fecha que se acerca...

— Si pasa algo más, no dudes en venir a mi. — asentí.—

— Arthur... No voy aceptar tu propuesta de unirme al ministerio como auror. — el me miró ligeramente sorprendido. — No quiero pelear contra magos oscuros. Ya no. No quiero hacer lo que se supone que debo de hacer...

— Estoy un poco sorprendido, pero te entiendo muchacho. — sonrió asintiendo. — Tómate todo el tiempo que necesites en descubrir lo que quieres hacer. Estaremos aquí siempre, apoyándote. 

— Gracias Arthur. — nos abrazos fuertemente después.—

Poco después regresaron Ron y Hermione. Hermione se encontraba con Ginny y Molly charlando animadamente, mientras Ron y yo, salimos a fuera. 

— Necesitaba este descanso con la familia. — dijo Ron. — Por cierto, mi padre me ha dicho que no vas aceptar la propuesta de ser auror... ¿No me quieres tener de compañero, o qué? — dijo mientras reía. —

— No es mi sitio, solo eso. 

— Hermione tiene pensado dejar el Departamento de Regulación y Control de Criaturas Mágicas. Lo lleva pensando un tiempo... 

— Quizás tampoco sea su sitio, Ron. Las cosas cambian. 

— Tú cambiaste después de la batalla. — fruncí el ceño. — Sé que todos cambiamos después de aquello. Pero tú te alejaste un poco de cada uno de nosotros... Pero sobre todo de Hermione. Antes eran más cercanos...

— Ron, Hermione sigue siendo mi mejor amiga. Eso jamás va a cambiar. — añadí, mientras nos encaminábamos de nuevo a dentro.—

A lo lejos, alguien observaba la madriguera detalladamente con una sonrisa que no irradiaba felicidad. Si no una sonrisa que albergaba el odio más profundo.


.....


El Comienzo... El comienzo de algo que me hace mucha felicidad mostrar. 

¡Si les ha gustado, dejen sus comentarios y votos!  

Nos leemos pronto ;)

Gracias siempre.








HARRY POTTER Y LOS RENGLONES TORCIDOS DE ESTA HISTORIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora