HARRY POTTER Y LOS RENGLONES TORCIDOS DE ESTA HISTORIA

Capítulo 3: No Puede Ser Verdad

Capítulo 3: No puede ser verdad

Miré a mi derecha viendo el reloj. Eran las 06:45 de la mañana. Tomé el brazo de Ginny suavemente quitándolo de mi pecho, para poder salir de la cama. 

Desde hace un tiempo me estoy levantando temprano, para ir a correr un rato. Sentir el aire fresco, limpio y puro a cada paso que daba, me relajaba. 

Cuando estaba preparado, bajé las escaleras encontrándome a Hagrid. 

— Que madrugador, muchacho. — sonreí mientras me acercaba a el.—

— Si. He descubierto que salir a correr por las mañanas me ayuda. No solo físicamente, sino mentalmente.

— Me alegro. Yo ya me iba, pero, ¿me acompañarías a tomar un café? 

— Claro que si. — nos dirigimos hacia fuera con una taza de café en la mano cada uno.—

Nos sentamos segundos después en un banco mirando el amanecer.

— Es increíble como pasa el tiempo. — lo miré. — Verlos a ti, a Hermione y Ron ya casados... Parece que fue ayer cuando cursaban el primer año en Hogwarts. — 

— Una de los mayores tesoros para mi en ese época, fue conocer a Hermione y a Ron.

— ¿Puedo decirte algo, Harry? — asentí bebiendo un sorbo de café. — No pensé que te casaras tan pronto con Ginny.

— Yo tampoco, pero era lo que se esperaba de mi. A parte, mi historia con Ginny fue rápida desde un principio. 

— ¿No crees que eso hace que no funcione? — lo miré ligeramente sorprendido. — Puedes ser sincero conmigo, Harry.—

Suspiré suavemente antes de hablar. 

— Ginny... — dejé la taza de café a un lado antes de seguir. — Ginny es una mujer increíble, en todo el sentido de la palabra. Anoche tuvimos relaciones después de mucho tiempo... — miré el rostro de Hagrid. Pero el solo me escuchaba con una sonrisa alentadora. — Mi cuerpo estaba ahí. Pero mi mente no dejaba de pensar... — negué.—

— No dejabas de pensar en Hermione, ¿verdad? ¿o me equivoco? no te voy a juzgar, Harry. Simplemente libera lo que sientes por un segundo.

— Es cierto que me sentí atraído por Ginny en un principio. Pero todo sucedió tan rápido y en tan poco tiempo, que... Sé que no justifica que esté siendo un mal compañero. Pero a veces siento que no puedo más.

— Vi como bailaban tú y Hermione ayer. — añadió suavemente. — Lo que vi allí mientras bailaban, era mucho más que amistad. Y lo sé, porque les he visto crecer desde pequeños.

— Estos sentimientos... — susurré... — Estos sentimientos que sentí desde un principio, los había enterrado en lo más profundo de mi ser. Pero cada día que pasa... — suspiré. — Cada día que pasa salen con más fuerza. 

— Harry... — lo miré. — Aquí viene una parte dura. Está claro que Hermione y tú siempre han tenido algo más. Pero por lo que he visto se están resistiendo, tú te estás resistiendo. Pero créeme, con mi edad y mi experiencia, te puedo decir que anteponer la cabeza al corazón es un error. Arriesgar el corazón es lo que nos da vida. Porque lo último que quieres al llegar al final de la noche y al final de la vida, es estar con la persona que de verdad amas.

Poco después, Hagrid se había ido. 

Horas más tarde, estaba toda la familia reunida alrededor de la mesa después de haber echo una barbacoa. Fruncí el ceño a ver como de repente se acercaban, McGonagall y Kingsley. Nos levantamos todos rápidamente... Algo no iba bien.

— Lamentamos interrumpir, familia. — dijo Kingsley. — Pero tenemos que informarles de algo de vital importancia.—

— ¿Qué está sucediendo? Por sus caras, veo que no es nada bueno. — dijo Arthur acercándose a ellos.—

— Así es, Arthur. — añadió McGonagall.

— Hemos descubierto algo importante. Algo que hará que cambie nuestras vidas. — dijo Kingsley mirándonos a todos. —

— ¿Qué han descubierto? — de pronto hablé. —

McGonagall me miró. Esa miraba albergaba aliento y una suma preocupación. 

Kingsley inspiró suavemente antes de hablar.

— Hemos descubierto que Lord Voldemort, tuvo un hijo hace mucho tiempo. Un hijo con Dolores Umbridge.

.....

Nos leemos pronto ;)