HARRY POTTER Y LOS RENGLONES TORCIDOS DE ESTA HISTORIA

Capítulo 6: El Antes y El Después de Todo

Capítulo 6: El Antes y El Después de Todo

— Lo sé, Hermione. — me acerqué a ella quedándonos a tan solo unos milímetros. — Pero se ha equivocado de mujer.—

Esas habían sido mis últimas palabras antes de que Ron apareciera y dirigirnos de nuevo al ministerio.

Ron y Hermione se dirigían al callejón Diagos... Al parecer habían varios dementores y mortifagos ahí. Antes de que ellos se fueran, le entregué a ella una jeringuilla con el antídoto. Pero esta vez, con un somnífero dentro de el. 

— Potter, hemos derrotado prácticamente a todos. — dijo Draco. — No hemos encontrado a Ginny. Están todos desesperados. Tenemos que hacer algo rápido, ya.—

De pronto, escuché la voz de Durza. Miré a todos lados, pero no lo veía. 

— ¿Qué pasa Potter? — dijo Draco mirándome expectante.—

— Pareces muy ocupado... — dijo Durza. Es como si estuviera dentro de mi cabeza...—

— Se acabó. Tu ejercito está vencido. — decía a la nada, pero sabiendo que me escuchaba.—

— Lo siento por ellos. Pero de nuevo, has vuelto a perder. Tengo a la chica que amas. Y vendrás a verme ahora, o si no, la mataré.

— Estoy harto de tus juegos. Esto se acabó.

— Esto acabará cuando yo lo diga. — segundos después rio. — Ha sido una sorpresa... Pensé que te gustaban las pelirrojas. Pero ahora que la conozco bien, veo su atractivo. Es guapa, y fuerte. Tu querida, Hermione.

— Draco, tenemos que ir al callejón ahora. — tomé su brazo y nos teletransportamos. —

Segundos después nos encontrábamos ahí. 

Caminamos un poco y a lo lejos vimos a Ginny amarrada, con un mortifago a su lado. A su izquierda, se encontraba Durza apuntando a Hermione con su varita.

— El idiota de Weasley está inconsciente en el suelo, maldita sea.

— Hermione tiene el antídoto con un somnífero dentro de el. Yo voy a ir hasta allí. Mantente cerca. — el asintió.—

Me encaminé hasta estar en frente de Durza.

— Suelta tu varita. — dijo sonriente. — Hazlo. — apuntó su varita a la sien de Hermione.—

— Está bien. — la dejé en el suelo.—

— Innumerables noches soñando con quitarte todo, como tú lo hiciste con mi padre.

— Matando a la mujer que amo. 

— Si. — se dirigió a Hermione haciendo que se arrodillara. — Cuando su cuerpo yazca a tus pies, y su sangre te manche la piel, ¡entonces sabrás como me siento!

— Sé como te sientes. Yo sé lo que es odiar, querer venganza. Y ahora, se lo que se siente ver a mi enemigo tan trastornado, que no ve que el peligro lo tiene delante de el. 

Asentí con la cabeza a Hermione, viendo como se sacaba de la chaqueta la jeringuilla, para después clavársela en el cuello a Durza.

Un grito ensordecedor resonó haciendo que cayera. 

— ¡Petrificus totalus! — dijo Draco al mortifago que estaba al lado de Ginny.—

Ginny abrazó rápidamente a Ron, mientras el despertaba. Segundos después, Ron abrazó fuertemente a Hermione.