Capítulo 6: Volar a otra tierra

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2 de Marzo

Sanji se recuesta contra el pecho de Zoro mirando el agua de la bañera arremolinarse a su alrededor. No ha podido relajarse en todo el día, a pesar de que es su cumpleaños. El viejo de mierda le ha hecho trabajar hoy por un motivo u otro. Sanji dejó de hacerle caso cuando se dio cuenta de que no había forma de que se librara.

Al menos Zoro dijo que Sanji podía ir después de que terminara su turno. Eso al menos le dio a Sanji algo que esperar por la noche. Y menudo algo ha sido. En el momento en que Sanji entró por la puerta, Zoro lo abordó. No en el sentido sexual, al principio, sino más bien en el de estas-tenso-y-necesitas-liberaete. Así que eso fue lo que hicieron. Salieron al porche, donde Zoro guarda sus colchonetas de entrenamiento, lo que acabó en un polvo en el porche. Lo que luego llevó a besarse mientras trataban de llegar a la puerta del dormitorio y luego tener que navegar a la cama alrededor de los montones de ropa de Zoro esparcidos por el suelo. Todo termino con un agradable y relajante baño donde Sanji tenia el marimo detrás de el siendo su almohada, y los labios presionando suaves besos en sus hombros y cuello. La mejor manera de terminar su cumpleaños.

Incluso el ansia bajo su piel disminuyo durante el entrenamiento y el sexo. Sin embargo, Sanji siente que vuelve con fuerza. Sus dedos empiezan a temblar bajo el agua. Ha pasado demasiado tiempo desde su último golpe y está fuera. Sabe que no tiene suficiente dinero para la cantidad que suele conseguir. Puede que mañana tenga que conseguir uno más pequeño de lo habitual.

Las cavilaciones de Sanji se ven interrumpidas cuando Zoro presiona sus labios contra el oído de Sanji y le susurra: "Debería darte un baño de burbujas caliente más a menudo, cocinero". Zoro se ríe por lo bajo antes de añadir: "La próxima vez será de cuento de hadas, con una bomba de baño brillante".

El cabeza de musgo recibe un codazo en la tripa por eso. "Cabeza de mierda". Sanji se ríe de la idea. Un baño de burbujas ya es suficientemente femenino, no hay necesidad de añadirle una bomba de baño brillante.

Sanji se da un beso debajo de la oreja mientras apoya la cabeza en el hombro derecho de Zoro. "Esto va a sonar a cliché", empieza Zoro, "pero creo que es el comienzo de algo hermoso entre nosotros".

Sanji se ríe a carcajadas sentándose hacia delante lo suficiente como para girarse y rodear el cuello de Zoro con los brazos. "Ya lo ha hecho, marimo", termina la afirmación con un beso antes de colocarse como antes, de espaldas al pecho de Zoro.

A Sanji le viene a la mente una canción mientras desliza sus dedos temblorosos bajo el agua, intentando no tocar la piel de Zoro al hacerlo. Una canción sobre construir una casa de lego. Si Sanji la recuerda correctamente hay una parte en la que el cantante nunca pensó que se asentaría. Sanji siente eso, pero también siente las siguientes líneas, que el nunca quiso asentarse y que la casa, relacion, que han construido será derribada como lo hacen los legos. Es el miedo de Sanji. Quiere esta relación con Zoro. Quiere mantenerla y vivir con ella para siempre, pero la adicción, el crack que fuma ahora una vez a la semana, quiere derribarlo todo. Sanji siente que sus dedos empiezan a temblar aún más que antes.

3 de Marzo

Zoro se despierta solo en su cama, la otra mitad ya fría. Escucha el silencio de su apartamento antes de salir de debajo de las sábanas para investigar qué está pasando.

Es la primera vez para ellos. Ninguno de los dos se había despertado nunca sin el otro. Claro que alguna vez se despiertan y la cama está vacía, pero la otra persona suele seguir en el apartamento haciendo ruido en alguna parte. Incluso llegan a despertar al otro antes de irse.

Zoro coge el móvil de la mesilla que hay junto a la cama y sale por la puerta abierta del dormitorio hacia la sala de estar. Al pasar junto a la mesa de centro y el sofá, ve un plato de comida con una nota encima sobre la mesita. La coge y lee: "Siento haberme ido tan pronto. Aquí tienes el desayuno para compensarlo, cabeza de mierda". Al leer el apodo, Zoro no se inmuta.

Labios Blancos - ZosanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora