Capitulo 4: Seguridad Publica

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      Aun me cuesta creer todo lo que ha sucedido...

      El demonio Zombi, la traición de esos cabrones... mi muerte y unión con Pochita.

      Ahhh es un jodido dolor de cabeza, ¿Es gracioso darle a una persona tonta tantas cosas para pensar?

      Lo peor es que todo sucedió demasiado rápido, mínimo un par de horitas para reflexionar...

      Talvez si fuera así no hubiera aceptado el trato con Seguridad Publica.

      —Ahhhh... —Suspiro mientras veo pasar el paisaje por la ventana del auto.

      Ni bien acepte trabajar con la Señorita Makima todo se calmó, el ambiente hostil desapareció y me subieron rapidamente al carro.

      Aunque me hace sentir como un jodido preso... quizás mostrarme con mis motosierras no fue una buena idea.

      Maldición me deje llevar por querer lucir cool....

      A pesar de estar semidesnudo y oler a tripas la Señorita Makima se sentó cerca mío, si de por si antes llamaba mucho la atención tenerla tan cerca de mí...

      Estoy seguro de que ya se ha dado cuenta, pero estuve lanzándole rápidas miradas durante el viaje.

      Mierda si tan solo no hubiera dicho lo de ser su perro es muy probable que ya estuviera lamiéndole sus zapatos.

GUUUUUUUUUUUUUUUUUUUR

      El silencioso ambiente fue destruido por un poderoso gruñido, el de mí estómago.

      La Señorita Makima se voltio hacia mí... cuando justo la estaba mirando.

      ¡No te sonrojes Denji!

      ¡QUE VERGONZOSO AHHHHHHHHH!

      —Eh... ese fue mi estómago, no he comido nada desde ayer. —Dije completamente apenado.

      —No te preocupes. —Respondió la Señorita Makima con una sonrisa amable—. Nosotros tampoco hemos desayunado, así que estábamos planeado comer algo en la siguiente parada.

      ¡Genial! Tuve suerte de haber robad- digo, recogido el dinero de esos imbéciles ¡Adiós vida pobre! ¡Desde ahora en adelante Denji solo comerá platos por encima de 2000 yenes!

      —Te ves muy animado, pensaría que por tu apariencia no tendrías dinero encima. —Interrumpió ella mientras me miraba con curiosidad.

      —Oh... bueno, normalmente luzco mucho mejor. —Intento sonar seguro, pero es más como si estuviera tratando de convencerme a mí mismo—. Todo es culpa de ese demonio de mierda.

      —Lo hubieras dicho anteriormente —Comienza a quitarse su gabardina negra—. Toma, un hombre a pecho desnudo llamara bastante la atención.

      Antes que pueda reaccionar termina de ponerme encima de mí su gabardina.

      Recién ahora me doy cuenta de que tenía algo de frio, se siente tan caliente y encima huele muy bien.

      ¡No! ¡Espera! ¿Por qué está siendo tan amable? Ahhh, toda la gente que he conocido solo se alejaba de mí, ya sea por mi apariencia u olor... solo Pochita fue la excepción.

      Pero... que una chica tan linda se muestre tan amable conmigo... ¡No! ¡Ahora soy mucho más consciente de ella!

      —Gracias...

Solo un perro locoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora