Again, my paradise

4

Había descansado bien y me sabía todos los materiales de memoria, así que esperaba que nuestra visita a la fábrica resultara fructífera y que la creciente ansiedad entre los trabajadores se aliviara, al menos por el momento. Como cada mañana, completé mi trayecto al edificio Mansae, subiendo los pisos rápido para toparme con esos dos personajes que ni esperaba que bajaran de su trono par ver como iba la cosa.

- ¡Wonwoo, al fin llegas!

- Faltan diez minutos para las nueve.

Literalmente era una de las pocas personas en el lugar, entre ellos estando Soo-jin, un par de empleados de WORLD y Kim Mingyu, quien me miraba desde su puesto junto a su jefe con una sonrisa.

- Solo quería veros antes de que fuerais a la reunión.

- Ni que fuéramos sus hijos a punto de empezar la primaria. Dígame, ¿Por qué han venido a vernos?

- Si te soy sincero, toda esta situación me pone de los nervios. Mis contactos en el extranjero ya han entrado en contacto conmigo para saber cómo va la cosa.

- Sí, el señor Seok, que lleva siendo mi socio desde hace más de veinte años, ha empezado a mostrar preocupación por la empresa y nuestro acuerdo.

- No se preocupen, no vamos a permitir que las empresas se desmoronen.

- Wonwoo tiene razón, esta solo es una reunión inicial, pero les dejaremos con tal buena impresión que querrán volver por más, se los aseguro.

Los dos hombres se quedaron en silencio, escuchando atentamente nuestras promesas, asintiendo ligeramente después de que nuestras palabras se hubieran hecho eco en sus mentes. En cierto punto, el señor Song, mi jefe, deslizó su mirada por la sala, observando a los pocos empleados que se encontraban presentes quienes habían estado poniendo la oreja durante su conversación.

- Creo que sería buena que alguien os acompañara. Soo-jin.

- ¿Sí, señor?

- Ve con Kim y Wonwoo a la reunión para ayudarlos en todo lo que necesiten, creo que también será un buen ejercicio práctico para acostumbrarte al trabajo de campo, no vas a pasarte detrás de una pantalla toda tu vida laboral.

- Estaría bien que haya dos empleados de Mansae y dos de WORLD, para que sea parejo, así que Jun Min-ji, ve con ellos.

- ¡A la orden!

La mencionada era la misma empleada que había atendido el teléfono y fijado la fecha de la reunión previamente por teléfono. Había sido espectador en primera fila de sus dotes a la hora de trabajar con otras personas, lo bien que se le daba, por lo que agradecí que formara parte de nuestro equipo. Lo mismo que con Soo-jin, con quien llevaba un par de años trabajando, sobresaliendo enormemente debido a su resiliencia y organización, ayudándome en varias ocasiones con trabajos que me mantenían estancado.

Tenía una cercanía con él mayor debido a que a ambos nos atraían los hombres – a Soo-jin también las mujeres – aquello siéndome confesado después de un par de rondas en un bar cercano a la empresa, pocos meses después de que Soo-jin empezara a trabajar en Mansae.

Era un chico atractivo, pero su acomplejamiento por ser de estatura media a veces le hacía sentir inferior a otros hombres, siendo tal que las parejas femeninas que tuvo siempre lo dejaron por otro hombre más alto – puede que esto no fuese la principal razón por la ruptura, pero Soo-jin afirmaba siempre que así era. Ya se había vuelto tradición entre nosotros salir a tomar algo para acallar las penas de Soo-jin después de una ruptura. Pero estas veladas, curiosamente, acababan todas de igual forma, con Soo-jin dormitando encima de la mesa mientras murmuraba el nombre de un hombre que desconocía.