9. Pruebas

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— Okay, O'Conner haz lo que puedas — hablo Dominic por el radio

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— Okay, O'Conner haz lo que puedas — hablo Dominic por el radio.

Brina se recargó en el barandal esperando que fuera su turno en conducir. Había hecho un juego de piedra, papel y tijera con Brian para ver quien conducía primero, vaya que no gano ella.

La ex policía hizo una mueca en su rostro al ver como dos cámaras fueron capaces de notar el auto.

— ¿Cómo estuvo? — preguntó Brian al haber dejado el auto.

Han, Dom y Brina se acercaron, esta última con una enorme sonrisa en su rostro.

— La cámara te vio — aviso Han.

— ¿Qué?

— Así es te vio.

— Creo que alguien no es el mejor corredor como dice — Brina bromeó mirando a su hermano quien rodó los ojos al escucharla. — Seguiré diciendo que eres el segundo mejor en la familia.

— Deben estar bromeando — habló Brian acercándose a las escaleras. — Le saque todo lo que pude a ese auto.

— Necesitas un exprimidor más grande — respondió Brina. — Puedo conseguirte uno en la estación o en el mercado.

— Necesitamos algo más veloz — murmuró Dom.

Fue el turno de Teo, Leo, Tej, Han, todos en el equipo. Brina se sentó junto a Mia observando las pantallas.

— Ganarle a esas cámaras tendrá que ser con una especie de autos invisibles, me siento como en esa película de juguetes esperando que llegue la media noche para hacer gritar al chango.

Mía se rio al escuchar como Brina bromeaba, extraño a su amiga tanto tiempo alejadas, cuando los O'Conner se fueron, Mia intentó estar alejada lo más que pudo de ella.

Ambas lo hicieron.

— Bueno, creo que si ambas nos ponemos a gritar como ese chango en este momento vamos a alertar al oficial Hobbs de nuestra posición.

— Y no queremos que ese oficial nos descubra, no al menos por ahora — sonrió Brina robándole una gomita a Mia.

La Toretto le dio un pequeño golpecito en su mano para que dejara las gomitas.

— Tu turno — Roman le lanzó las llaves a Brina quien las atrapó.

— Deséame suerte — hablo Brina hacia Mia.

— No la necesitas — sonrió Mía. — Eres la mejor.

La Toretto le besó la mejilla dejando que se fuera. Brina parecía un niño pequeño con un nuevo juguete al subir al auto.

— ¡Escuchaste eso, Brian! — gritó Brina. — ¡Nuestra chica dice que soy la mejor!

Brian rodó los ojos al escuchar el grito de Brina. Encendió el motor para comenzar a conducir.

Dio una vuelta, aceleró e intentó no chocar contra el muro. Había olvidado lo divertido que era subir en un auto. La adrenalina corriendo por sus poros en cada curva que daba.

— Ya me enamore — murmuró Han al ver a Brina.

Gisele sonrió al escucharlo, los había estado observando todo ese tiempo dándose cuenta de los sentimientos que ambos escondían.

— Sino le dices te la robare, Han — hablo Gisele.

— ¿Es una apuesta? — cuestionó Han.

— Es un reto.

Brina bajó del auto, cerró la puerta con cuidado.

— Estuviste increíble, como siempre, preciosa — comenzó Roman halagandola. — Pero creo que la cámara tres te alcanzo a ver.

— ¿Enserio? — preguntó Brina mirando hacia Han, el asintió. — Entonces otra.

Volvió a subir al auto causando que Roman y Tej se rieran.




























Santos comenzó a sacar los tornillos de la caja que había llegado. Han y Brian se encargaron de quitar la tapa.

— Es la alcancía que ordenaste — habló Santos mirando a Tej.

— ¿Es una broma? — preguntó Tej.

— Claro, mi amigo. Todo está en tu cabeza. — se burló Brina.

Roman chocó la mano con la de Brina. Los dos se encargaban de molestar a Tej la mayor parte del tiempo y este siempre quería golpearlos.

— ¿De donde rayos sacaron esto? — cuestionó Tej estando sorprendido.

— Antes de conocerte teníamos una vida — respondió Han.

Los ojos de Brina miraron los de Han quien le sonrió.

— Ya que — respondió Tej. — Comenzaré a trabajar en los cilindros electrónicos, pero aún tenemos un problema...

— ¿Por qué siempre tiene haber un pero? — preguntó Roman.

— Por qué sino hubiera uno, la vida no sería divertida mi amigo — contestó Brina.

— Es el lector de mano — señaló Tej. — Sin la huella de Reyes, ni Houdini en persona podría abrirla.

— ¿Como sabes que es la huella de Reyes? — cuestionó Leo.

— Con cien millones de dólares en una caja ¿pondrías la huella de alguien más?

— Que pregunta tan estupida — murmuró Santos.

— Otra vez con esa negatividad.

— No es negatividad.

— Te está comiendo el cerebro...

Brina se rio ante la pequeña discusión, se estaba acostumbrando de cierta manera a verlos de esa forma.

El equipo se rio al verlo, Han miró a Brina y ambos no pudieron evitar reírse, la O'Conner quería dejar escapar la carcajada. Pego su frente en el hombro de Han.

— ¿Y la huella de Reyes como la conseguimos? — preguntó Roman cambiando el tema.

— Han — habló Dominic.

Brina quitó la cabeza de su hombro.

— Tu turno — lo miró.

— Claro — Han se alejó de ello. — Esto si que será fácil.

— Brina — la llamó Brian, causando que ella lo mirara. — Ve con él.

Brina abrió su boca para quejarse.

— Vámonos — hablo Gisele guiñándole un ojo a la O'Conner. — Yo los llevó tortolitos.

Han espero a que Brina pasara. Los dos se fueron detrás de Gisele.

Dominic no pudo evitar reírse al ver la forma en que Han miró a Brina. Lo sabían, todos sabían que a él le comenzaba a gustar ella, pero ¿a ella le gustaba va también?


















NOTA DE AUTOR:

¿Qué tal? Espero les esté agradando el fic.

La meta será la misma con 25 votos y 10 comentarios, no cuentan los puntos o emojis.

Me despido hasta un nuevo capítulo <3

GANGSTA'S PARADISE; Han Lue Donde viven las historias. Descúbrelo ahora