Dom jugaba con el teléfono desechable que estaba entre sus manos, debatiéndose entre sí marcar el único número que había o guardarlo nuevamente.— Llámala — la voz de Brian lo sacó de sus pensamientos. — Llámala, la llamaría yo, pero conoces a Brina me colgaría tan pronto me escuche.
— Brian le acabo de dar a tu hermana un sermón de porque debía subirse en su auto y no mirar por el retrovisor.
Brian se acercó hasta el balcón que había recargándose en uno de los pilares.
— Brina vendría sin dudarlo, aún cuando se acaba de ir y esté del otro lado del mundo para estar aquí si la llamas — aseguró O'Conner recordando las veces que llamó a su hermana y con tan solo decir "Dom" ella venía. — Cuando supo de Letty, ella no dudo en venir porque sabía que estarías aquí, se metió en mi misión solo porque tú estarías, la llame para decirle que te sacaríamos del autobús, ella vino, Brina vendría de donde fuera por ti, Dom.
Brian desvió su mirada para ver a Mia quien dormía en un sofá en la casa que se habían metido.
— Dom, ¿qué recuerdas sobre tu padre? — preguntó O'Conner cambiando el tema.
— Mi padre... — comenzó Dom. — Él hacía parrilladas los domingos después de la iglesia para la gente del barrio, sino ibas a la iglesia no había parrillada. Todo el día estaba en el taller trabajando y después cada noche en la mesa de la cocina con Mia ayudándola con su tarea. Y cuando ella se dormía él se quedaba allí un par de horas, estudiando el siguiente capítulo para ayudarla recuerdo todo sobre mi padre, todo.
Brian desvió su mirada al suelo recordando los momentos de su infancia. — Ese es el asunto, yo no recuerdo nada de mi padre — Brian hizo una pausa, Dom al escucharlo se detuvo de beber de su cerveza. — No lo recuerdo gritando, sonriendo tampoco, mucho menos estando junto a Brina, para ser honesto no puedo ni recordar cómo era, no tengo memoria, solo... no estuvo ahí.
— Tú no serás un padre así, Brian — afirmó Dom, los dos se quedaron en silencio para ver a la menor de los Toretto.
Una idea cruzaba la cabeza de Brian, podría ser descabellada pero no perdía nada con decirlo y para hacerlo sabía que Dom tendría que llamar a su hermana, llamar a Brina.
— Ya no quiero huir, Dom — O'Conner miró a su amigo que seguía con la mirada en su hermana. — Tenemos que salirnos, salir ahora.
— Tienes razón — concordó Dom sacó la chip que había guardado en sus bolsillos. — Esto es lo qué hay que hacer — Dom se acercó a Brian mostrándole el chip que sacaron del auto. — Usaremos esto, un último trabajo, tomaremos todo el dinero de Reyes hasta el último centavo y desapareceremos... Para siempre.
— Nuevos pasaportes, nuevas vidas, no tendremos que seguir huyendo compraremos la libertad.
— Exacto.
— Entiendes que quieres enfrentar al hombre más poderoso en todo Rio.
— Si, lo sé
— Hace falta un equipo — aseguró O'Conner. — Si haremos esto debes llamarla, la necesitamos y no le digas que dije eso o comenzará a presumirlo cuando me vea.
El mayor de los O'Conner se marchó dejando a Dom solo, quien lo pensó seriamente antes de hacer la llamada.
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Brina O'Conner había cerrado correctamente la puerta del hotel que encontró en la carretera, necesitaba descansar y no se iba a quedar en su auto de nuevo ganándose un susto como la última vez.
Se aseguró de poner la silla que encontró en la habitación debajo de la cerradura, estaba por darse una ducha cuando sintió el vibrar del teléfono en el bolsillo de su pantalón.
Se trataba del teléfono desechable que Dom le dio.
— O'Conner — respondió sin dudarlo.
— Te necesito, Brina — escucho la voz de Dom del otro lado.
— Dime donde y estaré allí lo más rápido.
Brina sacó de la pequeña bolsa que llevaba una libreta junto a un lapicero comenzando a apuntar rápidamente lo que Dom le decía del otro lado de la línea.
Aún con la llamada en curso tomó sus cosas para salir de la habitación dejando las llaves adentro, había pagado con antelación supuso que no sería un problema.
Se subió en su auto, cuando Dom escuchó el rugir del motor habló nuevamente.
— Hay algo más que debes saber, Brina.
— Dilo rápido que no conduzco mientras hablo por teléfono — respondió Brina con sus manos en el volante.
— Mia esta embarazada
La noticia sorprendió a la menor de los O'Conner, una sonrisa se mostró en sus labios, pero sabiendo que Dom no podía verla prefirió jugar una pequeña broma.
— Golpeare a Brian cuando lo vea por no decirme primero.
Dom no pudo evitar reír por el comentario, colgó la llamada dejando que la mujer pudiera conducir. El aire frío nocturno golpeaba sus mejillas, pero eso no le molestaba, se emocionaba más por la reunión familiar que tendría, después de todo ¿quienes somos sin la familia?
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GANGSTA'S PARADISE; Han Lue
Hayran KurguGP|| "Dicen que en la guerra y en el amor todo es posible" Brina O'Conner llegó a Río de Janeiro por el llamado de Dominic Torretto, era un trabajo rápido, al menos eso pensaba. Llegar a Río la haría reencontrarse con viejos amigos, hacer nuevos e i...