Un nuevo día

507 55 14
                                    

Nerissa se encontraba nadando en las profundidades del océano, sintiéndose libre y feliz. El agua acariciaba su piel y la brisa marina jugueteaba con su cabello. Pero de repente, una fuerte corriente marina la tomó por sorpresa y la arrojó violentamente contra la arena.

"Auch", exclamó Nerissa mientras se levantaba, sacudiéndose la arena de su cuerpo.

"Ya no estoy acostumbrada a estas corrientes marinas", comentó con inquietud mientras miraba a su alrededor, tratando de reconocer su ubicación.

"¿Dónde estoy?", se preguntó a sí misma, confundida por no saber a dónde la había llevado la corriente marina. Se puso en posición de alerta, preparada para enfrentar cualquier situación.

De repente, una voz resonó en las profundidades del océano. "Así que has regresado", dijo la voz, y en un instante, Nerissa fue atrapada por unos tentáculos gigantes que la aprisionaron, impidiéndole escapar.

"No, no, no, tú no", suplicó Nerissa con desesperación, luchando por liberarse del agarre, pero sus esfuerzos fueron en vano.

Quien la tenía agarrada era Agatha, la kraken gigante, la misma que había perseguido a Nerissa en el pasado. Agatha apretó con más fuerza, y Nerissa sintió que le faltaba el aire.

"Hablar, ¿dices? ¿Qué quieres hablar conmigo? ¿Acaso quieres pedirme perdón por lo que hiciste?", preguntó Agatha con sarcasmo y un profundo rencor en su voz.

"Por favor, déjame ir. No quiero pelear contigo. Podemos arreglar esto de otra forma", suplicó Nerissa, sintiendo que le faltaba el aliento mientras luchaba por su vida.

"No hay nada que arreglar. Ya es demasiado tarde. Ahora vas a pagar por lo que hiciste. Vas a morir en mis manos", sentenció Agatha mientras apretaba a Nerissa cada vez con mas fuerza.

Nerissa se despertó abruptamente de su pesadilla, su corazón latía con fuerza y su respiración estaba agitada. Lo primero que vio fue a la pequeña apuntando hacia ella, a punto de saltar desde un mueble para despertarla.

"No lo...," Nerissa no tuvo tiempo de terminar su frase, ya que la pequeña saltó sobre ella.

"¿A qué se debe esto?", preguntó Nerissa mientras la pequeña era retirada de encima de ella.

"Es que no te levantabas, mamá. Llevaba tiempo intentando despertarte y esto fue lo que se me ocurrió", explicó la pequeña con una mirada inocente.

Nerissa simplemente abrazó a su "hija", aliviada de que todo fuera una simple pesadilla. No entendía por qué había vuelto a soñar con Agatha, tal vez porque había regresado al océano. Sus pensamientos fueron interrumpidos.

"Mamá, ya me puedes soltar", dijo la pequeña mientras intentaba liberarse del abrazo de su madre. Nerissa la soltó con una sonrisa y la pequeña se levantó.

"Ve abajo, pequeña. En un rato te alcanzo", comentó Nerissa, y la niña salió corriendo de la habitación.

Nerissa se sentía agotada, pero sabía que si no bajaba, la pequeña volvería a subir. Así que se levantó y comenzó a bajar las escaleras.

En la sala, la pequeña estaba disfrutando de un tazón de cereal mientras miraba la televisión. Nerissa siguió su camino hacia la cocina y se encontró con un completo desastre, con cosas tiradas por todas partes.

"¿Qué fue lo que pasó aquí?", preguntó Nerissa mientras se dirigía a la sala en busca de respuestas.

"Pues como la abuela no está y tú aún no despertabas, tenía hambre, así que busqué algo de comida, mamá", explicó la pequeña mientras seguía viendo la televisión con su peluche de iguana en brazos.

Krakens y Sirenas: Conoce a Denise Van Der ZeeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora