Naruto entrenado por tsunade y kuchina yaoi

Departamento

El Rubió había quitado el abrazo y se despidió con un ajito de mano, estaba pensando que darle a su tío por aserle el favor de su hermana...

Lo primero que pensó fue darle un poco del veneno para el chakra, darle dinero o que el eligiera.

Su plan no tenía nada de malo a corder de lo que el eligiera, pues no podía dar algo que no tenía ni que no podía...

#Narrador#

Naruto había caminado toda la aldea y estaba en las zonas rurales donde habian casas/departamentos desocupados.

Akihiko le había pedido que le mostrará los departamentos desocupados que habían en la zona, primero le mostró uno que era..

2 habitaciones, 2 baño, 1 cosina, 1 sala, 1 solar, 1 balcon, 1 jardín y pago anticipado.
El dueño del lugar era un señor de 60 años con economía media, pues antes había sido alguien adinerado y fue en bancarrota...

El señor estaba vendiendo ese buen departamento por 13.000 Ryus máximo y mínimo 1.400 Ryus...
Su tío ya estaba haciendo el negocio con aquel señor que se miraba que era un pervertido a kilómetros..

La ropa oscura del Rubió daba calor en aquel lugar pues ese día era soliado, se había quitado la camiseta dejando a la vista el toc de rayas que tenía..

La franelilla dejaba ver el pecho que tenía, pues se le veían los tirantez del sostén.. El viejete miraba el trasero del Rubió, algo que enojo al tío de Naruto que hablo en voz baja...

Akihiko: Señor.. No cree
que es mala educación
verle el trasero al lado
de su tio... _voz baja_

X: Que?....

Akihiko: Le compró el
departamento a 2.367 Ryus mínimo....

X:... Bue-...

El señor había sido interrumpido por el Rubió que había gritado...

Naruto: !Tío! Mira!_sonriente_

Naruto había observado las flores de aquel jardín lleno de flores, y había cortado con permiso del dueño unos pocos girasoles grandísimo...

Tenía un pequeño girasol en la oreja y una o colgando de su cabello, tenía 3 girasoles grandísimos en sus lados con una sonrisa hermosa...

Akihiko tenía un sonrojo pequeño cual escondió, el señor dio las llaves del departamento... Y se fue...
El peli-rojo fue a abrazar al Doncel cual lo dejó, pero hizo algo que el Rubió apenas había conocido...