HEARTBREAK BOY -Kookmin-

CAPITULO UNO

Eran las 7:30am del lunes.

Jimin se encontraba esperando a su mejor amigo en la esquina de siempre.

Justo en la puerta de la cafetería donde desayunaban a diario antes de entrar a clases.

El castaño miraba su reloj y resoplaba cada vez que un minuto pasaba.

Odiaba la impuntualidad.

Dos cuadras separaban su casa de la de su mejor amigo y no pudieron ponerse de acuerdo sobre quien iría por quien para luego dirigirse juntos a la escuela, así que llegaron a un acuerdo; un punto medio, un punto de encuentro: la cafetería de la esquina.

Este acuerdo se decidió cuando al fin tuvieron autorizacion de sus madres para ir solos a la escuela, pero en 8 años Jungkook rara vez llegó a tiempo al punto de encuentro.

Por lo cual Jimin terminaba pasando por el casi todos los días.

7:45am. Jungkook no llegaba. Maldito impuntual.

Jimin rodó sus ojos y camino la cuadra que faltaba para llegar a su casa.

Al llegar toco el timbre.

La Sra. Jeon abrió la puerta, lucia desesperada, al parecer iba tarde al trabajo.
-Jimin, cariño, ¿como estas?-beso su cabeza

-Buenos días Sra. Jeon, estoy bien-sonrió-Vine por Jungkook

-¿No está contigo? Creí que se había ido, acabo de despertar, mi alarma no sonó

-No, me tuvo esperando durante 15 minutos-se quejó

-Ese muchacho... de seguro aun sigue durmiendo-miró su reloj-¡Diablos! Tengo que irme ya, ¿Despiertas a Jungkook por mi?

-Claro

-Gracias cariño, me iré ahora o mi jefe se volverá loco-dijo para luego salir corriendo

Jimin solo sonrió.

Al parecer de ahí venia la impuntualidad de su mejor amigo.

El castaño fue hacia la cocina, tomó un bocadillo y luego se dispuso a subir las escaleras hacia la habitación mientras se lo comía

¿Muy confiansudo? Para nada.

Conocía a Jungkook y a sus padres hace 16 años, desde que nació.

Sus madres eran muy buenas amigas.

Incluso en ocasiones jungkook pasaba días en su casa o viceversa. Nunca pasaron más de un día sin verse.

La presencia del otro era completamente parte de su rutina.

Así que la casa de uno también era la casa del otro, ese nivel de confianza existía. Eran como el hermano que nunca tuvieron.

Jimin abrió la puerta de la habitación y rompió en carcajadas al ver a Jungkook ¿Por qué hace poses tan extrañas para dormir? Parece la del exorcista.

-Oye, impultual, despierta-lo sacudió

-Mghh-balbuceo, dio media vuelta, se tapo el rostro y continuo durmiendo

-Despierta-insistía Jimin-no quiero llegar tarde a clases

-Si... clases... si...-seguía balbuceando

Jimin respiro profundo. No iba a despertar a Jungkook tan fácilmente, debía sacar su arma secreta
-¡Oh por Dios! ¡Tu madre encontró tus revistas cochinas!-exclamo de manera dramática

Inmediatamente Jungkook se sentó en la cama con sus ojos bien abiertos
-¡No, mamá! ¡No es lo que parece! Yo...-se detuvo al ver que en la habitacion no había nadie más que Jimin sonriendo maleficamente