HEARTBREAK BOY -Kookmin-

CAPITULO TRES.

El infinito mismo en sus miradas conectadas.

Jimin y Jungkook se miraban sin emitir palabra.

Ninguno de los dos se movía, ninguno apartaba la vista, ninguno reaccionaba.

Jungkook observaba a Jimin como si de una ilusión se tratara.

¿Cómo pudo cambiar tanto? Jimin ahora era más alto, esbelto y radiante.

Sus regordetas mejillas habían desaparecido pero aún conservaba sus labios carnosos y rojos. ¿Y que tal el pelo? El rubio resaltaba todas sus facciones.

Jungkook también había cambiado demasiado.

Aquel joven delgado que Jimin dejo atras ahora tenía unos enormes y musculosos brazos cubiertos de tatuajes.

Su mandíbula marcada combinaba a la perfección con el doble piercing en su labio

Y ni hablar de su estilo al vestirse, ahora lucia prendas anchas en colores oscuros que le sentaban de maravilla a su aspecto salvaje

-J-Jimin...-musito perplejo

-Hola-respondio el rubio escondiendo sus nervios en una sonrisa

Y fue suficiente para que Jungkook corriera hacia el para envolverlo en sus brazos.

La cafetería una vez más era testigo de un hecho emotivo.

Jimin rodeo su cuello con sus brazos y segundos después sintió como sus pies se despegaban del suelo. Jungkook lo había cargado y estaba girando con el en brazos.

Vaya, que fuerte era, lo levantó como si de una pluma se tratara.

Luego de unos segundos, lo soltó.
-¿En serio estas aquí? ¿Cómo? ¿Cuando? ¡No puede ser, estas aquí!-festejaba con una sonrisa en el rostro-Creí que estaba viendo visiones ¿Cuando volviste? No sabía que vendrías ¿Por qué mierda carajo putas no respondias mis mensajes? ¿Sabes lo preocupado que estaba por ti?

Jimin rasco su nuca nervioso
-Tampoco sabía que vendría, fue todo tan repentino, ya sabes... casi como la última vez

-Tenemos mucho de que hablar ¿No? Digo, si quieres... ¿Tienes tiempo de comer algo conmigo?

-Yo...-dudo-claro

Jungkook abrió la puerta de la cafetería para el y cuando el rubio estuvo dentro, fue tras el.

Fueron directo hacia la mesa en la que solían desayunar en aquellos tiempos y se sentaron frente a frente como cuando eran adolescentes.

Se sentía como un deja vu que desaparecería en cualquier momento.

-Wow...-jimin miraba a su al rededor sorprendido-todo sigue igual, incluso nuestra mesa-sonrió

-Si, vengo aquí a diario y ocupo esta mesa, me aseguro que se mantenga intacta porque... ya sabes... es lo único que me queda de ti

Jimin solo lo miro en silencio, se sentía tan culpable.

-Lo lament.....

-Está bien-interrumpio-¿Que quieres comer? Pide todo lo que quieras, yo pago

-Oh, no, esta bien... tengo diner...

-¿Quieres café?-interrumpio-No... ya se, chocolate caliente con donas de crema ¿Verdad?

Que increíble era que Jungkook aún recordara su menú favorito

-Si, chocolate caliente con donas de crema-sonrió

Jungkook sintió un calor en su corazón al ver esa sonrisa.

Jimin estaba de vuelta y se sentía como si su alma hubiera regresado a su cuerpo.