Una historia sobre dos jóvenes que se ven obligados a pausar 16 años de amistad por obra del destino.
Y sobre su esperado reencuentro siendo dos personas completamente diferentes a las que dejaron atrás en su despedida.
●Kookmin
●Historia hecha por...
Jungkook abria sus ojos lentamente debido a la luz del sol que iluminaba su rostro.
Su cabeza estaba a punto de explotar, sus músculos dolían como si hubiera corrido una maraton y tenía una sed de perros.
La resaca más grande de la semana y recién era jueves por la mañana.
Se sentó lentamente y froto sus ojos.
Cuando vio a su alrededor se sorprendió, se suponía que debía estar en la habitacion de un hotel ¿Cómo llegó al cuarto de Jimin?
¿Por qué estaba bañado y cambiado?
¿Que había pasado? No recordaba nada de nada.
Miro a su costado y allí estaba Jimin durmiendo profundamente.
Se veía tan tranquilo, tan pacifico, tan pequeño e inocente. Jungkook sentía una enorme culpa.
Corrió el cabello que caía sobre su rostro y acaricio su frente con cariño mientras admiraba su rostro
¿Cuando lograría volver a verlo con normalidad? ¿Cuando podría volver a abrazarlo? ¿Cuando podría volver a pasar tiempo con el?
—Mhgg—se quejó Jimin y luego abrió los ojos—¿Jungkook?
El pelinegro apartó su mano —Tenías un mosquito—mintió
—Oh—se desperezo
—¿No vas a la universidad?
—Están haciendo la desinfeccion bimestral del edificio—froto sus ojos
—Ya veo... bien, me iré a mi casa entonces
—¿Te iras así nada más? ¿No quieres desayunar pancito con café?
Jungkook sonrió. Pancito con café... lo dice de una manera tan tierna
Era increíble como a pesar de todo, jimin seguía siendo tan bueno con el.
Como el rubio ponía su amistad antes que cualquier discusión.
Y era increíble cuanto había extrañado despertar con el.
No podía seguir así.
Era inútil, debía aprender a lidiar con su mente retorcida y mejorar sin alejarse de Jimin
—Oye... El otro día... lo siento—rasco su nuca nervioso—lamento haberte hablado así, yo...
—Olvidalo—interrumpio—Vamos a comer pancito con café ¿si?—se recostó sobre su hombro—se que no te gusta hablar de lo que sientes así que cuando estés listo me cuentas, solo no vuelvas a tratarme así—advirtió—si sentí feo, me debes una
—Te debo miles...—dijo al recordar todo lo asqueroso que había hecho en su nombre
—Bueno, puedes comenzar a pagarme yendo a la fiesta de mi amigo Jin
—¿Fiesta? ¿Donde y cuando?
—El sábado en la residencia Dream.
—¿Residencia Dream? Es la que tiene piscina y esas cosas ¿No?
—Si, esa misma
Jungkook dudo. Hasta ahora estaba lidiando muy bien con la cercanía de Jimin pero... ¿Verlo en traje de baño en una piscina? Era demasiado.
—No lo se, yo...
—¿Tu que?—preguntó con seriedad—hoy no acepto ni una excusa, solo te salvara la muerte de algún familiar. Dios quiera que no se muera nadie
—Yo iré. Claro que si. Iremos.—aseguró
—Perfecto—sonrio—Ahora pancito con cafe.
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