HEARTBREAK BOY -Kookmin-

CAPITULO QUINCE

Los días fueron pasando y la misión conquistar a Jimin iba en marcha.

Jungkook en serio se estaba esforzando.

Borro todos los números de chicas de su teléfono, lo cual le tomó un día entero.

También borro los packs de fotoculos, fototetas, videos sucios y demás cosas de índole promiscua.

Dejo de seducir a cada chica que se le cruzaba, dejo de mirar traseros en la calle, dejo de ver como rebotaban los senos de las chicas que se ejercitaban con el en el gym y dejo de tocarle bocina a las chicas que veía mientras conducía su moto

Prácticamente dejo atras toda su vida cotidiana.

Un poco más y se metía a la iglesia para ser pastor.

Cuando el se proponía algo, lo hacia al 100%. Una ventaja enorme en esta situación.

Pero había un problema, uno solo, el de siempre.

El jodido Taemin que todo le copiaba pero mejorado.

Si Jungkook llegaba a buscar a Jimin con un ramo de rosas, Taemin ya le había regalado uno más grande.

Si llegaba con chocolate y donas, Taemin ya le había dado una merienda completa.

Si llegaba a buscarlo en su moto, Taemin ya le había pagado el taxi.

Si lo abrazaba de forma cariñosa, Taemin se lo llevaba de la mano.

Taemin, todo Taemin.

Hasta parecía que Taemin tenía un informante que le contaba todo lo que Jungkook planeaba hacer para que el lo haga mejor.

Pero ¿Que podía hacer? Jugar sucio sonaba genial, pero había prometido que jugaría limpio y eso iba a hacer

Iba a conquistar a Jimin decentemente.

No importaba cuantas cosas hiciera Taemin, jungkook era fiel a su lema: "Tengo un pito muy grande"

Que nada tenía que ver, pero era muy cierto.

—Vi a Jungkook en su trabajo hoy—dijo Jin—creo que no planea nada

—¿Nada de nada?—respondio Taemin—¿Y ahora que hago?

Ambos estaban fuera del aula de Jimin, no compartian la ultima clase y faltaban solo unos minutos para que este saliera.

—No se, yo soy team Jungkook, solo te informo lo que planea porque soy chismoso y toda esta novela me encanta, ahí veras tu lo que haces

—Mmm...—dudo—creo que voy a...

—Permiso—alguien lo empujó para pasar por su lado.

Cuando Taemin se recompuso y vio con claridad, rio al ver de quien se trataba.

—¿Y así dices jugar limpio, Jungkook?

—Dije permiso—se encogió de hombros para luego entrar sin pudor alguno al aula de Jimin

Poco le importo que estuviera en medio de una clase.

Segundos después, el pelinegro salio cargando a Jimin como a una bolsa de papa.

—¡Sueltame!—pataleaba Jimin

Jungkook palmeo su trasero
—Quedate quieto enano

—¡¿Que te pasa?!

—Te estoy secuestrando para que Taemin no te de flores, ni chocolates, ni te pague el taxi, ni tome tu mano, ni....

—Eso es jugar sucio, tramposo