* DIECIOCHO *

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- Hola Minho, ¿vienes a ver a Jisung? - La madre lo recibió con una enorme sonrisa 

- Emm, si 

Minho se encontraba totalmente nervioso, había decidido contarle toda la verdad a su chico. La madre de Jisung se hizo a un lado y dejó pasar al muchacho para después ambos subir las escaleras. La madre dio un par de golpeas a la puerta de su hijo

- Minho está aquí, cariño - Habló y abrió la puerta

Jisung estaba con su torso desnudo, un gran parche se posaba en su cuello. A Minho le dolió verlo de esa manera, pero eso cambio repentinamente cuando el olor de la sangre en su parche llegó a sus fosas nasales.

- ¿Cómo sigues? 

- Minho, ¿Estás bien? - Jisung vio a Minho más blanco de lo normal - ¿Es por la sangre? - Minho asintió despacio, camino hasta el balcón y respiro hondo

- Lamento no haber podido contenerme ese día 

- Me salvaste, es lo que cuenta 

- No Jisung - Regresó a verlo, con esos ojos tan penetrantes - Estaba a punto de matarte, ¿No te diste cuenta? - Su palabras salieron de golpe, sin ningún sentimiento de por medio

- Minho... - Los ojitos de Jisung comenzaban a aguadarse 

- Lo siento pequeño - Se acercó hasta él y tomo sus manos - Me encuentro mal y no sé como tomar las cosas por ahora

- ¿Qué pasa? - Jisung sobaba las manos contrarias - Puedes contarme cualquier cosa, Min

- Debes de saber la verdad 

Los ojos de Jisung se abrieron y el agarre en sus manos con las de Minho se deshizo. El mayor no sabía por donde comenzar.

- Debes prometerme que permaneceremos juntos, cuente lo que te cuente - Los ojos de Minho se veían tristes y Jisung pudo darse cuenta

- Oficialmente no lo estamos - Sonrió - Pero lo prometo, Min 

- Uno cuando se convierte en lo que soy, ya no envejece - Jisung hizo una pequeña "oh" con sus labios - Fui mordiendo a chicos de mi edad por dos razones, la primera porque no podía controlarme y la segunda... - Minho tomo aire y cerro sus ojos con fuerza - Porque les tenía envidia - Jisung estaba completamente confundido - Porque ellos si iban a envejecer, ellos iban a poder vivir su vida como ellos quieren. Mientras que yo... yo solo permaneceré así hasta quien sabe cuando

- Estoy entendiendo esa parte Minho, lo siento - Jisung volvió a tomar sus manos 

- Me rompo por dentro cuando recuerdo que no quisiste que te convirtiera, tú si vas a poder envejecer y vivir tus momentos más hermosos - Jisung soltó sus manos y aclaró su garganta - Lamento mucho hacerte pasar ese mal rato, con esa absurda propuesta

- Me alegra que me entiendas, pero Min - el mayor miró los ojos de su pequeño - No tienes nada que disculparte 

- Lamento que esta sea una despedida - Soltó de la nada Minho

- ¿Qué? - Los pequeños ojitos de Jisung comenzaron a cristalizarse - ¿Cómo que despedida? 

- Son ordenes pequeño - Sobó la mejilla del menor y le sonrió - Haré como si nunca haya existido para ti 

- ¿Cómo puedes ser tan directo sin una pisca de sentimiento? - Jisung ya estaba derramando sus primeras lagrimas 

- Pequeño... - Minho iba a tomarlo por sus mejillas pero Jisung rechazó el acto con un manotazo

- ¡Eres un egoísta! - Le gritó, sorprendiéndolo - ¿Te vas a ir así como si nada?, Esta bien, vete. - Se levantó a luchas de su cama y abrió la puerta de su habitación - No vuelvas a buscarme nunca en tu inmortal vida, aún ande en bastón - Evitó la mirada del mayor mientras esperaba en la puerta 

- Tu padre está vivo 


• Sabor Metal • (Minsung¹)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora