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Rong Jia aún no conocía todos los detalles de la situación cuando recibió una orden del emperador para presentarse en el palacio.

A pesar de que la orden decía que debía ir al palacio, no especificaba la razón por la cual el emperador deseaba ver al príncipe heredero. Rong Jia preguntó al mensajero, un alto funcionario del palacio, pero sus respuestas fueron evasivas. El funcionario simplemente mencionó que el emperador requería la presencia del príncipe heredero para un asunto relacionado con la muestra de respeto filial, y que el príncipe no necesitaba hacer preguntas, solo debía presentarse.

Mientras tanto, Qu Zhi se encontraba en el Palacio Este conversando con Rong Jia sobre los rumores que habían escuchado acerca de la ingestión masiva de elixires por parte del emperador. Fue en ese momento que el mensajero llegó con la orden del emperador. Al escuchar la noticia, tanto Rong Jia como Qu Zhi intercambiaron miradas y sintieron que la visita del funcionario real no podía traer buenas noticias.

Dado que era una convocatoria directa del emperador, Rong Jia no podía rechazarla. Qu Zhi, preocupado por el príncipe, decidió acompañarlo al palacio.

Sin embargo, antes de que Rong Jia pudiera responder, el mensajero comenzó a hablar en un tono ambiguo y desconcertante: "Joven señor, carece de méritos y posición oficial. Es posible que no tenga acceso al palacio real".

Rong Jia inicialmente había considerado la posibilidad de un banquete en la puerta de Hongmen, pero el tono del mensajero le confirmó sus sospechas.

Independientemente de la razón, Rong jia era el príncipe heredero y, por lo tanto, no podía ser ignorado por completo. La actitud desafiante del mensajero sugería que o bien el cargo de príncipe heredero no duraría mucho, o que Rong Jia no tenía poder para tomar represalias contra él.

"¿Príncipe Heredero?" Qu Zhi intentó acercarse y hablar, pero Rong jia le hizo una seña para que se retirara. El mensajero aún sostenía la orden del emperador, esperando la respuesta de Rong Jia. Finalmente, Rong Jia dejó que Qu Zhi se retirara y lo siguió al palacio.

La ubicación para la audiencia del emperador seguía siendo la misma que la última vez, la sala de estudio imperial. Sin embargo, esta vez, además de Rong Jia y el emperador, había un grupo de hechiceros presentes, algunos de los cuales Rong Jia había visto en el Palacio Este en una ocasión anterior.

Rong Jia no tenía fe en las historias de elixires de la inmortalidad ni en lugares como Penglai, la isla de los inmortales. Veía a estos hechiceros como charlatanes itinerantes y estafadores.

Rong Jia, una vez en la sala de estudio, realizó un saludo apropiado antes de preguntar: "No entiendo por qué el emperador me ha convocado. ¿Puede alguien explicar la razón?"

El emperador aún no había hablado, pero uno de los alquimistas aprovechó la oportunidad para intervenir: "El príncipe heredero ha conmovido los corazones de los cielos con su filial piedad. Los cielos han hablado y el emperador ha enviado al humilde servidor para ayudar al príncipe heredero a demostrar su filial piedad".

El alquimista hablaba con orgullo, como si estuviera haciendo un gran favor al príncipe heredero y como si el príncipe le debiera una gran deuda de gratitud.

Rong Jia escuchó atentamente las palabras del alquimista mientras pensaba en los rumores que había escuchado, muchos de los cuales eran contradictorios y sospechosos. Su expresión se mantuvo inexpresiva mientras le preguntaba al alquimista: "No entiendo cómo el cielo desea que demuestre mi filial piedad. ¿Qué se espera que haga?"

Rong Jia no tenía simpatía por los alquimistas y sabía que el emperador había estado desperdiciando los recursos del reino en ellos, mientras que el pueblo sufría.

Soy el segundo protagonista masculino [Transmigración rápida]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora