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"cafuné"

𝗖𝗮𝗳𝘂𝗻𝗲́ : acción de pasar los dedos por el cabello de la persona amada.

Sonreía al sentir el caliente del respirar de su novio, el cual, recostado en su pecho dormía.
No podían culparlo, tener que preparar muchas cosas a la vez y tener que apresurarse a hacerlo sin duda es algo muy agotador.

Estaban recargados en un árbol, en sus suaves y alborotados cabellos negros caían hojas naranjas, los cuales el contrario se encargaba de quitar cuidadosamente procurando no despertarlo.

El pato se comenzaba a sentir incómodo, pero no por donde estaba el la vida real, no, eso lo adoraba al contrario.
Estaba soñando, soñando cosas que de cierta forma puede atormentar a un ser humano común y corriente.

Un bosque oscuro, se veía tan pequeño con los árboles a su alrededor, eso era muy inquietante al parecer de aparentemente casi todo mundo.
Las películas de terror comunes suelen ser en bosques durante la noche o atardecer, e incluso dicha escena puede llegar a asustar hasta a la persona más valiente.

Dicha persona no existe ni existió, el miedo es algo mental que cualquiera puede experimentar, algunos de manera más exagerada y algunos de manera meh.

¿Por qué estamos hablando del miedo, si se supone que la pareja es el tema principal?, todos los libros que solo se centran en un tema y sin una pizca miserable de sarcasmo son los más aburridos, ¡no tengo esa finalidad ni intención!

Sintió la incomodidad de el pato, ya que comenzaba a retorcerse y a hacer pequeños chillidos casi mudos, quejándose y jadeando.
No sabía que hacer, alzó sus dos manos tratando de no hacer estorbo, en ocasiones lo abrazaba, haciendo que se tranquilice temporalmente.

Era necesario que le ataran ambas manos con un lazo, al igual que sus piernas, pero como no tenían lazo o alguna cosa así, no podía hacerlo, obviamente.

Se le ocurrió llevar su mano hacia el cabello azabache de su compañero, el cual se estremeció al sentir como sus cabellos se enredaban en los dedos mayores.
Pasaba sus dedos entre cada parte de sus cabellos, tocaba sus puntas abiertas y rascaba un poco su cabeza.

Se sentía muy bien, era como sentir un gato amasando su cabeza.
Se tranquilizó y esta vez todo se volvió tranquilo, había amanecido en aquel bosque y habían muchos animales corriendo y haciendo cosas de animal común.

Mariposas revoloteaban sobre y al rededor de el.
Sabía que el olor a lavanda era de parte de su novio, ese perfume era el favorito de el y de el pato, no había alguien que no reconociera ese olor que impregna en toda nariz.

Ambos dormían y su respiración iba a la par, se sentía tan cómodo y tranquilo que incluso daba algo de miedo. Hojas caían sobre ambos cuerpos y una de ellas era extrañamente verde, más que un limón perfectamente maduro, ¿qué hacia esa hoja ahí si es otoño?

Quizá esa hoja signifique que lo bueno nunca caduca ni se hace chato, si no sigue madurando hasta ser tan insuperable y hermoso, de cierta forma envidiable.

Tremendo capítulo corto🦃