Adiós a la ballena.

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A la mañana siguiente en la casa de los  señores Armstrong.

— Oh, Freen, amor...

Rebecca aún no abría sus ojos y aun así no era necesario hacerlo para saber que su novia estaba mucho más que entusiasmada esperando a que ella despertara. Algo duro y grande la apoyaba desde atrás.

— Freen... cariño... tienes que tratar de calmarte... — aunque la castaña tenía que admitir que le gustaba poner a su pequeña así, aún su cuerpo no se había recuperado del todo de su última sesión con ella— Freen, amor... recuerda que Song está durmiendo con nosotras — Becky alcanzó a abrir un ojo para ver a una desparramada niña durmiendo como si fuera la dueña de la cama.

Por más que sus ojos volvieron a cerrarse, una sonrisa se dibujó en la castaña al ver a su niña con un dedo de su mano en su boca mientras que con la mano libre sujetaba a su maltratado tigre amarillo. Becky respiró hondo en señal de paz, parecía que todo estaba en orden, tal cual le gustaba a ella. Inclusive la enorme erección de Freen en su trasero le parecía normal y hasta decidió sentirla un rato más.

— Amor, vas a hacer que termine siendo adicta a despertar así — lle susurró a la pequeña— Me voy a terminar acostumbrando y después vas a tener que hacer un esfuerzo para mantenerlo así todas las mañanas — Becky rio de su propio comentario.

Para Freen eso no era un problema, la pequeña siempre estaba lista. Freen era como un boy scout: "siempre lista".

Becky escuchó un "plop" y abrió despacio los ojos. Song había soltado su dedo y eso quería decir que estaba a punto de despertarse. Por ende, Becky se tenía que ir preparando mentalmente para comenzar el día. Cerró los ojos para terminar de recargar sus energías, energías que la niña y la enorme Freen que tenía en este momento Becky en su cama se encargaban de gastar. La castaña suspiró y le agradeció a Dios que le hubiera dado una hija como Nabi, que ayudaba a restablecer su equilibrio. A diferencia de Song, Nabi era más inteligente que los niños de su edad, aprendía rápido y no le costaba para nada seguir órdenes. Más bien, Becky tenía que admitirlo; a la niña castaña le sentaba tan bien como a ella dar las órdenes. Ordenes que por supuesto a Freen y a Song les costaba seguir y además de todo, encontraban sumamente divertido desacatarlas para el enojo de las castañas.

Becky abrió los ojos y miró al tigre amarillo que las acompañaba en la cama. El peluche era el ejemplo perfecto para lo que Becky quería explicar.

La noche anterior cuando Heydi Jensen había dejado a la pequeña familia en su casa, Nabi estaba completamente dormida en su impecable vestido. A Freen no le costó nada ponerla a dormir en su cama de la habitación, la cual la niña compartía con Minnie y con su hermana. Para cuando la pequeña y la castaña terminaron de ponerle el pijama a Nabi y de darle el beso de "buenas noches" para poder dedicarse a Song, se dieron cuenta de que la niña no se había quedado donde Becky la dejó. No fue hasta que Becky revisó su celular que encontró un mensaje de su madre diciéndole que fuera urgente para su habitación, habitación en la cual se encontró con una entusiasmada y totalmente llena de chocolate Song contándole a sus dos abuelos absolutamente todo lo que había hecho en la cena, incluida la parte de la desnudez e incluida la parte en que una vez vestida con otra ropa, la niña tomó el postre de Heydi, que consistía en un exquisito helado de chocolate bañado en licor de avellana, y se encargó de no dejar parte de su última prenda de ropa sin manchar.

Jinyoung y Erika se reían a carcajadas cuando la niña decía "nuda" o "choco", o "má", y las risas incrementaron aún más cuando Becky tomó a la niña y se la llevó no sin antes dejar que le tirara un par de besos a sus "nonos". Pero eso no fue todo, cuando Becky cometió el terrible error de entregarle a Freen a la niña para que fuera dándole un baño mientras ella le buscaba la ropa para dormir, Becky se encontró con que no solo Song había huido de su novia como siempre, si no que esta vez no había huido hacia sus brazos, sino más bien, hacía otro brazos. Becky y Freen encontraron a Song desnuda y muy acurrucada entre Lisa y Jennie contándoles exactamente lo mismo que les había contado a sus otros abuelos. Y a pesar de que la empresaria encontró adorable que, al igual que su novia, Song compartiera el mismo sentido de justicia y lo que le cuenta a unos abuelos se lo tuviera que contar a las otras, la castaña no demoró en tomar a la niña y llevarla al baño ella misma; no sin antes dejar que bajo protestas la niña saludara a las señoras Manoban de la misma forma en que lo hizo con sus padres.

NO SOY PARA TI - FREENBECKY [ Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora