MIEDO

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Eran las 16h30, mis manos sudaban por los nervios, pero aún así conseguía estar firme después de los medicamentos. «Es tú día, África, no lo arruines», de vez en cuando le hacía caso a aquella voz molesta, no obstante lo que en ese momento me preocupaba era Markus y mi casa, aunque por los restantes diez minutos pasados mi corazón se había enternecido por la imagen que él me había enviado.

Markus 16h45: Creo que han hecho las paces y ahora no me dejan tranquilo, ¿Cómo hago para quitar a estás ternuras de mis lindas piernas? —Seguido, un emoticono de lengua para fuera sonriendo era lo que me hacía sonreír al mismo tiempo. Angola y Agustín se habían posado en las piernas de Markus mientras el chico de ojos verdes me mostraba a los tres juntos en el sofá, los animales se habían dormido, él al parecer estaba mirando alguna cosa en la televisión.

África 16h48: Eres un convencido, bonitas piernas jajajajaja, no los saques, pareces una pintura con ellos dos, hasta me dan ganas de sacarte una foto.

Markus 16h50: Una foto...¿Desnudo? Porque si es así me voy corriendo para donde estás.

África 16:52: Maldito puerco convencido, cuida bien a mis hijos y después cuando vaya me cuentas lo que has hecho para que se mantuvieran tan tranquilos.

Las luces en ese momento se habían apagado, así como yo había dejado el móvil en mi bolsillo, algunas personas murmuraban, yo, quieta solo escuchaba, sabía que Nuriel haría una presentación magnífica, el hombre era conocido como el chico del mar, porque sus actos te sumergían en sus palabras y retratos. No lo dudaba, mucho menos al verlo mientras las luces segundos después lo alumbraban, la platea lo aplaudía, él, sonreía, mientras a su lado estaban sus hijas y ella, Juno Thompson, su mayor inspiración como decía en todas las entrevistas que le hacían.

—Bienvenidos y bienvenidas a un evento tan importante para mí, sé que lo habrán escuchado por ahí, pero me gustaría agradecer a mi hermosa esposa por ser mi mayor inspiración y a mis hijas por acompañarme en estos pasos a pesar de ser un padre medio pesado, las amo, son mi vida. Me gustaría agradecerle a cada uno de ustedes por estar presentes, hoy comienza una nueva etapa en mi vida, la fotografía fue lo mío por años, sin embargo, de ella me despido a lo grande, hoy estoy anunciando mi última galería, en donde muestro retratos de mis mayores amores , lo más importante que tengo en mi vida. Espero que puedan disfrutarlo como se lo merecen y recuerden, no importa que tan lejos estés, siempre vas a estar tocando tus sueños mientras sigas creyendo en ellos, mientras sigas respirando por ellos y mientras continúes aunque la vida te ponga piedrecitas.

Lo último lo habíamos dicho todos juntos, era un lema del hombre rubio con algunas arrugas en los ojos. Mientras tanto un pequeño beso en la frente de la parda me hacía palpitar el corazón, «tal vez en algún momento puedas tener un momento así», fue lo que me dije mientras continuaba admirando cada una de sus palabras.

Nuriel había terminado contando un poco de su historia con Juno, como se conectaron en Australia y que creía que los amores a primera vista sí existían, aunque para ambos fuera un poco a la odio vista, eso me recordaba a Markus, no por la palabra amor y sí por la rapidez de encontrarnos entre varios sentimientos.

«Hablando del rey de roma que parece que nunca te abandona como el rexona».

Markus 17h40: Polvorita , ¿Te encuentras ahí?

África 17h42: ¿Ha pasado algo?

Markus 17h44: Ya me gustaría que pasara algo, pero contigo en este sofá.

»Me estoy aburriendo, ¿cuándo vuelves? A tus bebés los he dejado en el cuarto de Agustín, por cierto, sé que su cuarto es para él solo, peeero, al parecer ha dejado que Angola también estuviera ahí, así que, tranquila, caso no te quedes tranquila pues traigo a Angola, cómo quieras, eso sí, espero que el pegamento después sean tus labios, porque realmente me estoy aburriendo aquí con tu ausencia. Espero verte pronto para terminar lo de esta mañana.

TRES VECES CONTIGO[EN FÍSICO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora