Capítulo 3.

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Min Yoongi, un tatuador de 28 años alto, pelo largo y bastante negro con una piel muy blanca, sus venas marcadas en sus brazos y quién sabe si en otra parte también. Yoongi anteriormente era un empresario pero duró solo 2 años antes de volverse mafioso, porque lo era, y lo mantenía bien escondido para evitar problemas con la ley (aunque todo lo que hacía era ilegal), él kgaba dinero, se bañaba en dinero por las cantidades tan grandes que tenía y no le molestaba gastar la cantidad que sea, en su casa solo eran él y sus guardaespaldas, junto con sus chefs profesionales y por supuesto, personas de limpieza que no vivían realmente ahí, pero iban seguido para limpiar los desastres que hacía al llegar con ropa manchada de sangre o cuando dejaba el piso lleno de sangre (y cuerpos).

Yoongi había atendido en su estudio a un cliente muy curioso y peculiar, cliente que le llamó la atención por esa figura y boquita que tenía, pero cuando vió a su madre se dió cuenta que pertenecía a una familia con la que Yoongi alguna vez tuvo contacto, sin embargo, eso se hablará más adelante.

- Señor, su amigo está aquí.

- Gracias.- Yoongi bajó del auto y entro a su casa, una casa que ni vendiendo mis órganos podría comprar, era inmensamente gigante para una persona y sus guardaespaldas.

- ¡Yoongi!- Apareció Jeon Jungkook, amigo de Yoongi y por supuesto, también mafioso que kga dinero, abrazó a su amigo fuertemente mientras sonreía como un conejito, carita de ángel, cuerpo de voltea matrizes.

- Jungkook, suéltame.

- ¡Lo siento! Me emociona verte, hace tiempo que no nos veíamos.

- ¿Por qué me citaste y en mi propia casa? ¿Sobre qué necesitas hablar?

- Porque encontré información de Taemin.

- Dímela.

- Cla-

- Señor, lamento la interrupción pero acaba de citarlo su padre, dice que necesita verlo con urgencia ahora mismo.

- Siempre en el momento más inesperado... Bueno, ¡nos vemos mañana!- Jungkook sonrió y se fue felizmente dejando a Yoongi esperando la información, por supuesto, parecerá un niño pero es un adulto que ha matado bastantes personas que tal vez le deben, enemigos, infiltrados, entre muchos más.

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- Taehyung...

- Dime Mimi.

- ¿Cómo viven los tatuadores?

- Muertos de hambre.- Dijo Taehyung mientras tomaba de su jugo en la cafetería y miraba a un punto al azar sin poner tanta atención.

- Pero, ¿tú crees? Es que, mi tatuador parece alguien muy fino, alguien que tiene mucho dinero.

- Parece, pero dudo que lo sea, los tatuadores no se vuelven millonarios Jimin, sería un milagro.

- Me da curiosidad... ¡¿Y si me acompañas a seguirlo!?- Jimin lo miró con casi ojos brillosos mientras se le acercó de golpe un poco estando emocionado, mala idea Jimin.

Taehyung escupió su jugo de la sorpresa y después volteó a ver a su amigo, ¿acaso era una broma? Sabe que su amigo es bastante curioso y algún día podría volverse el gato, pues incluso su madre se lo decía. Taehyung definitivamente no quería aceptar porque sabía que sería una mala idea, pues aparte estarían cometiendo acoso a alguien que ni siquiera conocían, y no quería ir a la cárcel.

- ¡Estás loco Jimin! Eso es acoso por dios, además recuerda lo que tu madre dice, algún día serás el gato y no queremos eso ¿verdad?, eres muy jóven para morir, y yo también, todavía no encuentro a mi amado, además el tipo es muy mayor para tí, consigue a alguien de tu edad o que al menos no te lleve 10 años.

Mi Tatuador Es Un Mafioso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora